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Kicillof y una victoria tan importante como la reelección

El gobernador de la Provincia, Axel Kicillof, garantizó su reelección en las urnas el día domingo, pero también golpeó el tablero interno de cara al futuro del peronismo bonaerense. El arte de gestionar y disponer.

Lucas Villavicencio
24/10/2023
Kicillof y una victoria tan importante como la reelección

Pasadas las 2 de la mañana, Axel Kicillof llegó al local de Julio Alak, candidato a intendente de Unión por la Patria en La Plata. Allí un grupo numeroso de militantes lo esperaban expectantes: “Quiero agradecerle en primer lugar a la dirigencia de La Plata que supo estar a la altura de las elecciones”.

Horas antes había estado en el búnker que había montado Unión por la Patria en el barrio porteño de Chacarita. Allí había oficiado como el primer orador de la jornada, y con un semblante victorioso, exclamó: “La campaña se termina el día que Sergio Massa sea elegido como Presidente”.

Los 20 puntos de diferencia que le sacó a su competidor y candidato a Gobernador de la Provincia por Juntos por el Cambio, Nestor Grindetti, le dieron a Axel Kicillof el título de “jefe del peronismo” provincial, casi tan importante como la reelección conseguida en las urnas.

Desde la conformación de las listas, resistiendo a Verónica Magario en la fórmula, quien fuera su bastión en la Legislatura; ordenando las PASO en territorios en los cuales desde hace varios años el peronismo estaba “sin brújula”; e inyectando recursos en los distritos para la campaña; el gobernador de la Provincia tomó el “bastón de mariscal” y se alineó detrás de los intendentes.

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Allá lejos quedaron los desgastes internos que en algún momento habían sido agitados, principalmente por el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, quien también había intentado posicionar a Martín Insaurralde como candidato a vice.

Si hay algo que se le puede endilgar al Gobernador bonaerense es su capacidad para tender puentes, alejado de la figura del “kirchnerismo” en la cual ha basado su campaña la oposición. Ni el yate gate, ni la inflación, ni los fallos de YPF han podido socavar su figura que cosechó más de 4 millones de votos, incrementando en más de 1 millón doscientos mil votos con respecto a las PASO.

Clio en rodeo ajeno

El caso de la ciudad de La Plata es una de las tantas muestras que lo erigen como un cacique. En las PASO fueron nuevamente 5 las listas que presentó el peronismo, con la particularidad que Florencia Saintout fue posicionada como primera candidata a senadora en la Legislatura, y el espacio de Victoria Tolosa Paz incluído en el armado de Julio Alak.

Allanado el camino, elegir una figura a la cual Kicillof denomina como “el mejor intendente de la historia de La Plata” para sintetizar una nueva etapa dieron sus frutos el día domingo. La Provincia inyectó recursos en obras cruciales, cómo la bajada de la autopista, obras hidráulicas y el comando de monitoreo de seguridad. Y fue el propio Axel quien se mostró a la cabeza en cada recorrida. Hoy está cerca de recuperar la capital de la Provincia.

Un efecto similar se muestra en distritos que históricamente han sido reticentes a las figuras del peronismo. En la quinta sección tuvo una suba de votos de casi 5 puntos con respecto a las PASO, incluso en distritos cómo en Balcarce o Necochea donde si bien terminó tercero, subió 7 y 6 puntos respectivamente, con relación a la elección anterior.

La sexta sección mostró un resultado similar, asegurándose distritos históricos como Bahía Blanca donde cosechó el 31% de los votos, o Patagones teniendo el 37%. Ambos eligieron un candidato de Unión por la Patria para la intendencia.

 

La séptima sección, histórico corazón agroindustrial de la Provincia y de tradición radical, le dio uno de los empujes claves en la elección. Allí Unión por la Patria fue la fuerza más elegida con el 36% de los votos, y además triunfando en distritos claves, como Olavarría y Azul que se pintaron de celeste.

Cómo venimos contando aquí, en público no se reconoce, pero en privado el radicalismo se siente muy cómodo con la gestión provincial, teniendo en cuenta que cuentan con recursos a disposición, línea directa con la Casa de Gobierno y contrastado con el destrato que han recibido por la gestión anterior de María Eugenia Vidal.

El radicalismo ha sido una pata fuerte para el triunfo de Unión por la Patria, que avizorando la cercanía de Juntos con la Libertad Avanza, dispusieron del territorio y el aparato. Allí también radica otro de los puntos fuertes: Se puede ser dialoguista sin entregar las convicciones.

Yo ordeno, ustedes dispongan

Una de las muestras que dio Kicillof para con la oposición, fue la institucionalización del Fondo de Infraestructura Municipal (FIM), que ha sido una política muy elogiada por los radicales y vecinalistas, y que les ha permitido mostrar obras puntuales para la comunidad.

No podemos dejar de lado el escandaloso éxito que ha tenido la política de Cuenta DNI en todo el territorio bonaerense, habitando los nuevos desafíos que proponen estos tiempos. Gestión, y más gestión, es el lema que repite por lo bajo Kicillof en cada acto que protagoniza en la Provincia.

Será entonces en la práctica y no en los papeles que su figura vino a darle “otra etapa” al peronismo, tal vez algo más madura, entendiendo los desafíos democráticos que están en juego. Massa lo sabe y también se lo reconoce, por eso lo considera un aliado estratégico en su campaña, y probablemente lo sea en un futuro gobierno.

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