La Justicia rechazó la cautelar de la CGT
La Justicia rechazó el pedido de inconstitucionalidad que fue presentado por la Central obrera, debido a que el DNU todavía "no entró en vigencia".
Luego de la masiva convocatoria realizada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y la entrega del petitorio en Tribunales, la Justicia decidió rechazar la medida presentada argumentando que "aún no entró en vigencia el Decreto de Necesidad y Urgencia" emitido por Javier Milei.
"Desestimar la medida cautelar 'interina' solicitada por la parte actora y correr traslado de la presente acción al Poder Ejecutivo Nacional - Jefatura de Gabinete de Ministros para que en el plazo de tres días, produzca el informe precautelar previsto en el art. 4 de la ley 26854, dando cuenta del interés público comprometido en la solicitud, informe que deberá responder en el plazo otorgado bajo apercibimiento de resolver", fue lo que resolvió el juzgado que intervino en la medida.
En el texto, que fue elaborado por el juez laboral José Ignacio Ramonet, se explica que el DNU ingresa en vigencia al octavo día de haber sido elaborado. Y puso reparos sobre su vigencia constitucional.
“Habría derechos colectivos afectados, como por ejemplo lo relativo a la regulación de las medidas de acción directa, pero ello debería ser necesariamente cuestionado ante la existencia misma de un conflicto de estas características que, al menos en la demanda, no se especifica”, indicó Ramonet en su descargo.
Allí instó al gobierno nacional para que responda la demanda que le inició la CGT, y le dio tres días para contestar una de las varias solicitudes que llegaron a sede judicial.
“El Presidente de la Nación prometió hacer un ajuste que lo pagaría lo que él denomina “casta política”, y que los trabajadores recibiríamos los beneficios de ese recorte. Pero su primer acto de gobierno es un Decreto de Necesidad y Urgencia que, entre otras muchas medidas arbitrarias, anticonstitucionales y lesivas de un vasto número de derechos civiles, comerciales y sociales, introduce una feroz reforma laboral regresiva cuyo único objetivo es disciplinar a los trabajadores, cercenar la actividad sindical y solo privilegiar intereses empresariales” indica un comunicado emitido por la CGT y que fue leído en el acto principal.
