Incrementaron los casos de una enfermedad que afecta principalmente a los niños

Desde el colegio de Nutricionistas de la Provincia, informaron que en los últimos tres años se ha confirmado un incremento en los casos de personas diagnosticadas con el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) en el territorio argentino, según informaciones del Ministerio de Salud de la Nación.

En ese marco, también se informó que a pesar de que los casos habían mostrado una tendencia descendente desde 2014 hasta 2021, a partir de ese año se ha verificado un "ligero aumento" en la tasa de incidencia, pasando de 0.30 a 0.34 por cada 100.000 habitantes, tal como se detalla en el último Boletín Epidemiológico. Este incremento representa un alza del 13,33% en los casos.

En concreto, el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad de carácter grave, la cual genera una afectación aguda de los riñones y alteraciones en las células sanguíneas, tales como trombocitopenia. Es decir, la disminución de plaquetas, fundamentales en la coagulación, y anemia causada por la ruptura anormal de glóbulos rojos. 

Dicha enfermedad impacta principalmente a niños y niñas menores de cinco años, pero también puede afectar a embarazadas, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina ostenta una de las tasas de incidencia más elevadas del mundo en lo que respecta al SUH. Esta afección constituye la principal causa de insuficiencia renal aguda en lactantes y niños pequeños en el país, y es la segunda causa de enfermedad renal crónica, según el Comité Nacional de Nefrología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

 Asimismo, se estima que es responsable de aproximadamente el 20% de los trasplantes renales realizados en niñas, niños y adolescentes argentinos.

El Síndrome Urémico Hemolítico es endémico en Argentina y puede propagarse mediante la ingestión de alimentos o agua contaminada, el contacto entre personas y la interacción con el entorno, ya que la bacteria responsable puede subsistir durante meses en el estiércol. 

A raíz de este aumento en los casos, desde el Colegio de Nutricionistas bonaerense recomendaron tomar precauciones al interactuar directamente con animales, especialmente en situaciones como las visitas a granjas, que son comunes en edades preescolares y escolares.

La bacteria causante del SUH puede encontrarse en carnes, frutas y verduras sin una adecuada sanitización, en leche o productos lácteos, sin pasteurizar e incluso en agua no apta para el consumo humano. 

En este marco, la Licenciada en Nutrición Erika Noelia Skrypnik, matriculada en el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, enfatizó que "en nuestro país se recomienda no proporcionar carne picada a niños y niñas menores de 5 años, ya que este producto representa uno de los mayores riesgos. Durante el proceso de picado, la bacteria puede migrar de la superficie de la carne hacia su interior, donde es más difícil alcanzar la temperatura necesaria para eliminarla mediante la cocción".

Skrypnik también subrayó que "como nutricionistas, debemos brindar a la población medidas preventivas contra el SUH, enfocándonos en la niñez y sus cuidadores. La prevención va más allá de la alimentación e implica la implementación de políticas públicas que regulen y colaboren en la prevención de la contaminación del ganado, tambos y la provisión de agua segura para reducir el riesgo de transmisión".

Aunque no existe un tratamiento específico para esta enfermedad, sí es posible prevenirla. Por ello, el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires crearon una serie de pautas para su prevención:

• Evitar la interrupción de la cadena de frío en alimentos, comprando lácteos y carnes al final de la compra.
• Almacenar las carnes en estantes inferiores para evitar que los jugos contaminen otros alimentos.
• Utilizar recipientes diferentes para alimentos crudos y cocidos, evitando la contaminación cruzada.
• No descongelar las carnes bajo agua caliente o en la mesada; en su lugar, descongelar en la heladera.
• Lavarse las manos adecuadamente antes de manipular alimentos.
• Lavar frutas y verduras minuciosamente; si no hay agua potable, añadir dos gotas de lavandina por litro de agua y dejar reposar 20 minutos.
• Usar tablas y cuchillos diferentes para alimentos crudos y cocidos, y cocinar a temperaturas superiores a 71 °C.
• Promover el lavado frecuente de manos después de cambiar pañales, utilizar baños y antes de preparar o consumir alimentos.

Cabe destacar que la prevención del Síndrome Urémico Hemolítico es crucial para salvaguardar la salud de la población, especialmente de los segmentos más vulnerables, como los niños y niñas pequeños.

Adoptar estas medidas puede contribuir significativamente a reducir la propagación de la enfermedad y proteger a la comunidad de esta amenaza endémica.