Milei: "Tendremos que soportar un período muy duro"
Javier Milei dio su segundo mensaje "al pueblo" como presidente en funciones y volvió a reiterar que será la ciudadanía quien deberá sacrificarse para salir de la crisis.
Cinco minutos, ni más ni menos, eso duró el breve discurso que el presidente Javier Milei dio, esta tarde, ante unos pocos miles de personas, frente a la Plaza de Mayo; después de haber saludado a las delegaciones extranjeras y antes de tomarles juramento a los ministros de su flamante gabinete.
El libertario aprovechó este segundo mensaje a sus seguidores, ahora convertidos en “pueblo”, para insistir en la idea que había transmitido apenas unas horas antes en el Congreso: todos debemos hacer un sacrificio inicial para que después la Argentina despegue, todos menos "el sector privado".
"Tendremos que soportar un período muy duro", disparó sin anestesia, el líder de La Libertad Avanza y hoy niño mimado de la ultraderecha mundial. Antes había agradecido a los presentes “por el cariño manifestado" y por el acompañamiento "en estas horas de tanta alegría, que tienen que ver con la llegada del primer presidente liberal libertario”.
“Saben que he construido mi carrera política sobre decirles siempre la verdad. Y eso nunca fue gratis. Ustedes saben que prefiero decir una verdad incómoda antes que una mentira confortable”, continuó, para tratar de dejar en claro que no es parte de este tiempo de posverdad.
Y sumó: “Quiero que tengamos claro que vamos a empezar la reconstrucción argentina luego de más de 100 años de decadencia, pero volviendo a trazar las ideas de la libertad”, luego de ser vitoreado con un “Milei, querido, el pueblo está contigo”, por ese pueblo que, además, pedía por la famosa “motosierra”, convencido que su corte tocará a un Estado del que no se siente parte.
Y así, tras prometer que los argentinos van a “salir adelante”, finalizó: “Abracemos estas ideas (las de la libertad) para hacer una potencia. Que Dios nos bendiga y que las fuerzas del cielo nos guíen en hacer el mejor gobierno de la historia. ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡Muchas gracias!”.