Opinión y análisis
Elecciones 2023

La historia de Victoria Villarruel, la candidata que reinstaló los discursos negacionistas

Hoy resulta uno de los nombres más importantes de la política. Un nombre forjado a base de conexiones y lazos con los sectores más temerosos de la historia argentina.

Nazareno Napal
18/09/2023
La historia de Victoria Villarruel, la candidata que reinstaló los discursos negacionistas

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un 13 de abril de 1975, en una Argentina que todavía contaba con un gobierno constitucional al mando de María Estela Martínez de Peron, nacía Victoria Villarruel, hija del Teniente Coronel Eduardo Villarruel y Diana Destéfani. Abogada y escritora; diputada de la ultraderecha y negacionista del Terrorismo de Estado. Una visita a las profundidades de quien se perfila, debido a los resultados de las últimas PASO, a ser la vicepresidenta de la República Argentina. 

En 2021 se unió al partido de La Libertad Avanza, a través del cual llegó a convertirse en legisladora electa y con el que se fue haciendo un nombre cada vez más fuerte en el mundo de la política argentina. Pero era un nombre que desde hace ya unos años venía asomando la cabeza. Entre 2001 y 2003 fue parte de las reuniones donde se conformaría después Jóvenes por la Verdad, un grupo del que fue miembro, dedicado a organizar visitas a Jorge Rafael Videla, mientras estaba detenido en arresto domiciliario.

Hoy se encuentra afirmada como la segunda de Javier Milei, pero no fue una elección sencilla dentro de la coalición. Después de considerar a Rebeca Fleitas, militante del partido que terminaría siendo legisladora porteña, los ojos del equipo del candidato libertario se posaron sobre quien en 2006, creó junto a otros exculpan de algunos actos a la dictadura, el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), el cual fue muy criticado por alimentar la Teoría de los Dos Demonios, los dos culpables.

La fórmula liderada por Milei y Villarruel fue la más votada en las PASO, con casi el 30% de los votos, en un resultado que ninguna encuestadora pudo anticipar. Milei, con la dolarización como bandera resulta una figura extravagante que grita y agita una motosierra por los aires. Por otro lado, Villarruel es mucho más mesurada y en esa mesura, encontró la forma de regar sus discursos negacionistas, en contra del aborto, la diversidad sexual y las políticas de género que tanto terreno han ganado en Argentina y Latinoamérica. 

De esta manera es que la candidata a la vicepresidencia de LLA, ha puesto en agenda, nuevamente, la “discusión” de quienes fueron las verdaderas víctimas durante la última dictadura cívico militar de nuestro país. Tan así resulta este negacionismo camuflado de dos voces, que Luis Abelardo Patti, genocida con 3 condenas a prisión perpetua por secuestros y asesinatos entre 1976 y 1983, apoyó de manera ideológica su candidatura luego de diversas reuniones.

“Los terroristas tienen derechos humanos y sus víctimas, no”, es una frase que Villarruel suele repetir con frecuencia, reinstalando la duda para quienes no vivieron la Dictadura o para los que no han sido infundidos en el tema, sobre quienes fueron efectivamente los violentos, los genocidas. Esa ya mencionada Teoría de los dos Demonios, mediante la cual los actos de violencia y terrorismo perpetrados por las Fuerzas Armadas, son de algún modo son justificados con los actos de violencia de las organizaciones guerrilleras, como Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo

Es que en esa delgada línea es que se mueve Villarruel. En ningún momento apoyó o defendió de manera explícita la violencia ejercida por la dictadura militar, pero de manera indiscreta y sumando varios granos de arena, alimenta de manera constante el discurso negacionista. Como bandera, el ya reiterado discurso de “no fueron 30 mil”, también mencionó que “el 24 de marzo sólo se recuerda una parte de la historia”, que en “una guerra es legal matar el enemigo” y que a partir del golpe “la población comenzó a estar más protegida”. Discursos de clara impronta negacionista, que abren una grieta que ya parecía cerrada. 

Presentada como una figura del nacionalismo extremo más de una vez tuvo que salir en defensa de las críticas y acusaciones. “A los que me tildan de genocida, de facha, de racista, negacionista, les digo que todo eso lo recibo con una sonrisa. Son los mismos que justifican los crímenes del comunismo. No tenemos que pedir permiso ni perdón por como pensamos”, declaró en el acto de cierre de campaña de 2021.

Para ratificar este perfil, el cual porta con orgullo, tuvo que recurrir a distintas estrategias. Cuando asumió en la Cámara de Diputados, contrató de asesor a Marcelo Cinto Courtaux, hijo homónimo de uno de los represores más brutales que ha conocido la historia argentina, también condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad a 87 personas.

Además, fue quien articuló como nexo de Milei con Vox, partido español ultraconservador y de ultraderecha, materializado en octubre de 2022. En esa fecha, el economista viajó a España para participar en un evento organizado por ellos, en el que también enviaron videos Trump y la italiana Meloni, donde aseguró que “siempre se iba a sentir cómodo” entre quienes pelean contra “la amenaza del comunismo”. 

Una de las gotas que rebalsó el vaso y terminó de despertar la polémica, con un sincesar de acusaciones, fue el evento que hizo para conmemorar a las “vícitmas del terrorismo” en la Legislatura porteña, el pasado lunes 4 de septiembre, con un detalle tan particular como sombrío.

Resulta que la anfitriona del evento fue la legisladora de LLA Lucía Montenegro, quien llegó a su puesto gracias a un acuerdo entre su jefe político, José Bonacci con Milei. Bonacci es reconocido en su Rosario natal por ser discípulo de Aldo Rico, socio del ex candidato a presidente, Alejandro Biondini, el filonazi más famoso de Argentina. Además, contrató como asesor a Ricardo Yebra Díaz, quien ya había trabajado previamente con Biondini. 

Pese a todos estos artilugios a través de los cuales fue de cierta manera reivindicando a dictadores y genocidas, no es tan bien recibida dentro del mundo militar como uno podría imaginarse. Es que en ese ámbito, es acusada de “oportunista”, por readaptar su discurso por “ambiciones personales” y se cree que Villarruel fundó el Celtyv con el objetivo de acrecentar su figura política. Aunque no resulta ser la única diferencia entre militares y LLA, ya que políticas como la libre portación de armas y la separación de la Iglesia del Estado no son bien vistas.

A causa de estas diferencias es que Villarruel más de una vez decidió plantarle cara a Milei, algo que pocos dentro del partido hacen. Durante la campaña del 2021, analizó más de una vez retirar su candidatura, ya que entendía que su figura era ninguneada y no se le daba la entidad que merecía, ni se le enviaban los mismos fondos que a otros candidatos. 

Pero de esos chispazos hacia acá, todo cambió. Tal es la llegada de Villarruel a Milei, que el líder libertario comenzó a negar públicamente los 30 mil desaparecidos, algo que no había realizado en ningún momento de su trayectoria. La discusión de trasfondo parece ser una sola, si predomina el pilar que se considera liberal o el conservador nacionalista.

Lo que es indudable es que los discursos negacionistas no llegan de casualidad. En una Argentina golpeada económicamente, con un descontento social notorio y con una elección que definirá el futuro de los próximos 4 años, se reabrió la grieta que parecía ya sellada. La grieta por la cual los argentinos y argentinas habían encontrado un grito en común, Nunca Más

 

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