La postura del Partido Obrero frente a la actualidad política internacional

Guillermo Kane, dirigente del Partido Obrero y legislador en la Provincia de Buenos Aires, dialogó con De Gira Mundial en Radio La Plata, dando a conocer la visión de la izquierda en cuanto a distintos temas de la coyuntura internacional actual.

“El gran problema que condiciona a la Argentina en todas las variables económicas, cualquier política de estado que encaremos en las condiciones de vida de toda la población, tiene que ver con la deuda externa y los acuerdos con el FMI. Ahora vemos un gobierno que está corriendo a Washington a renegociar las condiciones para no entrar en default, porque hay una deuda que es impagable y usuraria, que además funciona como mecanismo de dominación”, explicó.

Además, añadió que “el segundo problema internacional más importante es la guerra entre Ucrania y Rusia. Aunque nos quede lejos, hay muchos puntos de conexión, en lo que por lo menos para el Partido Obrero es con claridad el relanzamiento de una ofensiva de Estados Unidos para tratar de colocarse como potencia dominante”. 

En ese sentido, agregó: “Mientras el gobierno de Trump tuvo un giro a la guerra comercial, a cierto proteccionismo y un supuesto mirar para adentro, que no dejó de tener rasgos de hostilidad, Biden y el Partido Demócrata apostaron fuerte a una ofensiva diplomática, económica y también militar para controlar el avance de la restauración capitalista, en China y en Rusia, con vistas a un eventual control del proceso económico para desplazar un gobierno como el de Putin que ejerce un control interno importante”. 

“Este tipo de relanzamiento de la presión internacional de Estados Unidos también tiene efectos en Latinoamérica. Están marcando mucho la cancha a los gobiernos locales en cuanto a su alineamiento internacional. Al final, el gobierno de Alberto Fernández marcó mucho como la dependencia del FMI y en particular la administración de Biden para el visto bueno a los pagos del fondo hace que la presión, los recursos naturales, los negocios y el alineamiento internacional de Argentina se reforzara muchísimo”, manifestó. 

“Lo que se está viendo es una guerra que empezó con tropa ucraniana para una guerra de la OTAN y que crecientemente en términos de operación de drones, de las bases, de la logística, del personal de espionaje, de entrenadores militares, hay una presencia directa de la OTAN”, concluyó.

Con respecto a los organismos internacionales declaró: “Es cierto que el MERCOSUR está virtualmente frizado y relativizado en su alcance y no pasan de una expresión de voluntad política que no se ha materializado. Nosotros, como gobierno de izquierda, no tomaríamos ninguna medida que dificulte la posibilidad de viajar, las relaciones entre los países que lo integran, pero si somos partidario de reemplazarlo por una integración política, económica y social común, que entendemos que tiene que estar en el desarrollo de los intereses de la población trabajadora y con una independencia frente a las grandes potencias en términos económicos”.

“Es cierto que tenemos grandes particularidades y diferencias entre los países de latinoamérica pero tenemos también una historia en común en términos de sometimiento y el impacto del desarrollo de nuestra historia, que, para nosotros, tienen que ver con el rol que han jugado España, Inglaterra, Estados Unidos en distintas etapas de nuestro desarrollo histórico”, agregó.

Transitando otras temáticas, fue el turno de hablar sobre Malvinas: “Nosotros reclamamos la soberanía sobre las Islas Malvinas y las Islas del Atlántico Sur y entendemos que un gobierno, para pelearlo, va a tener que estar dispuesto a reclamar la soberanía argentina en el territorio continental, las dos cosas están ligadas”, explicó Kane.

“Cuando la Dictadura Militar, golpeada políticamente por una huelga general y por el crecimiento de las movilizaciones de Derechos Humanos declaró la guerra a Inglaterra y ocupó las islas, no fue como parte de una política antiimperialista y de soberanía nacional. Fue una aventura para tratar de darse un baño de popularidad, algo que no había ganado con sus políticas genocidas”, concluyó.