El día después de obtener la media sanción en el proyecto de ley que establece el acuerdo con el FMI, se abren muchos interrogantes en torno a la "salud" del Frente de Todos como una coalición electoral. Recordemos que de los 202 votos que fueron afirmativos, 111 los aportó Juntos por el Cambio, la coalición opositora.

Allí se abre el primer cuestionamiento. Siendo JxC la fuerza que le permitió garantizar al Gobierno, la mayoría dentro del recinto, varios legisladores integrantes del Frente de Todos, aprovecharon la situación para manifestar su descontento con el acuerdo con el Fondo y votar en contra de la iniciativa.

28 votos fueron negativos, entre los que se encuentra el de el diputado, Máximo Kirchner, y hubo 13 abstenciones, realizando una declaración abierta de la postura del bloque de La Cámpora contra la política de reestructuración de la deuda.

Pero además, esta mañana Cristina Fernández difundió un video, en lo que fue su primera declaración pública en torno al acuerdo, y dijo que “hoy como nunca, recordé las palabras de Néstor Kirchner, respecto del FMI, cuando decía que ‘siempre actuó como promotor y vehículo de políticas que provocaron pobreza y dolor en el pueblo argentino’. Otra vez… inmensa pena”.

En ese sentido también catalogó la protesta que se realizó afuera del Congreso como un "reclamo legítimo del pueblo argentino".

Es por eso que, algunas fuentes legislativas, afirman que la Vicepresidenta estaría en consonancia con la decisión tomada por Máximo, de generar distancia con el oficialismo y votar en rebeldía contra un proyecto que, a su entender, perjudica al pueblo y la clase trabajadora.

Si a esto le sumamos que, a partir de la semana que viene, el Gobierno espera tener una sanción positiva en el Senado, habrá que preguntarse entonces cual será la actitud que tome Cristina en torno al acuerdo con el Fondo. ¿Garantizará los votos necesarios para que el acuerdo sea finalmente aprobado? ¿Saldrá al rescate de los votos, en el caso que el poroteo presente un escenario adverso, como lo hizo el presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa?.

Y como si esto fuera poco, todavía al gobierno de Alberto Fernández, que hace mella del institucionalismo y la pluralidad de voces para que sus políticas sean aprobadas por el Congreso, le queda todavía un año y siete meses de convivencia con las distintas fuerzas que componen el Frente de Todos. En el medio, hay una carrera presidencial hacia 2023 que deja más incertidumbres que certezas.

El problema no somos nosotros, son ellos

Además La Cámpora, que integra el Frente de Todos, emitió esta mañana un duro comunicado al respecto, sentando posición sobre su postura del acuerdo con el FMI. En el texto titulado "La vuelta del FMI a la Argentina. ¿Cómo llegamos hasta aquí" comenzó repasando la historia reciente de la Argentina en torno a la relación con el organismo crediticio.

“Cinco presidentes en apenas una semana marcaron a fuego aquella etapa que concluyó con el default; crisis en el sistema financiero; índices de pobreza sin precedentes; compatriotas que perdieron su vida producto de la represión de las fuerzas de seguridad ante las protestas sociales” mencionó La Campora.

Asimismo, puso en valor la gestión de Nestor Kirchner al frente del gobierno que desendeudó al país, y acto seguido, hizo un paralelismo con la situación actual, tirando algunos "palitos" para diferentes funcionarios del oficialismo.

"Claro que la situación no es la misma; el que sí sigue siendo el mismo es el Fondo Monetario Internacional. No concebirlo de esa manera llevó a decidir una estrategia equivocada a partir del 10 de diciembre de 2019 por parte del gabinete económico y el grupo negociador encabezado por el Ministro de Economía (Martín Guzmán), en su responsabilidad de renegociar la inédita deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri por 57.000 millones de dólares, de los que se desembolsaron 44.500 millones de dólares contantes y sonantes en apenas un año" apuntó La Campora.

Y agregó: "El gobierno argentino debería haber optado por una negociación ‘dura’ que procure extender los plazos de devolución por encima de los reglamentos vigentes en el FMI, eliminar la sobretasa de interés y exponer ante los argentinos y argentinas y ante todos los Foros Internacionales posibles, no sólo aquellas gravísimas irregularidades del préstamo otorgado a Mauricio Macri, sino también el carácter y objetivo estrictamente político que tuvo dicho préstamo y que fuera exteriorizado por un funcionario de la administración Trump y actual Presidente del BID: concurrir en auxilio del gobierno de Cambiemos y salvar la administración de Mauricio Macri”.

En otras palabras, desacreditó completamente al gobierno que encabeza Alberto Fernández, y rompió el tablero emitiendo una declaración mucho más contundente y sin especulaciones. En ese sentido, catalogaron la gestión al frente de la negociación, del ministro Guzmán, como una estrategia de "‘amabilidad’, secretismo, hermetismo, confusión y desinformación en las negociaciones, sólo explicable por la difundida creencia de que estábamos ante un ‘nuevo’ Fondo Monetario Internacional que sería seducido por la pericia académica y los ‘buenos modales’ de los negociadores e interlocutores argentinos”.

El documento completo