Bodart, sobre los empresarios: "Quieren menos Estado para hacer lo que se les canta"

En el día de ayer, hubo revuelo en los pasillos del canal Todo Noticias (TN), luego de un debate entre el precandidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el FIT, Alejandro Bodart, y el precandidato a Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires por Juntos por el Cambio (JxC), y empresario gastronómico, Roberto García Moritán quienes, luego del programa A Dos Voces, al que fueron invitados, continuaron discutiendo fuera de cámara, siendo filmados sin darse cuenta.

Por esto, el candidato de la izquierda dialogó con Código Baires, para explicar los motivos del cruce y su visión de los problemas que traen a la sociedad discursos como el de Moritán, quien tiene como propuesta principal demoler el edificio del Ministerio de Desarrollo Social para acabar con la protesta social.

"Fue un debate interesante en el sentido de qué queremos hacer con la protesta social. Si discutimos que la salida es 'palo' o 'bala', o destruir el edificio donde van a protestar, para que los pobres desaparezcan de la ciudad de Buenos Aires; o, en cambio, vamos a discutir cómo hacemos para que haya trabajo, y trabajo de calidad, para que la gente no tenga que vivir de un plan social y que no tenga que pasarse un día o dos reclamando en la calle", afirmó Bodart.

En ese sentido, sostuvo que "Moritán tiene el discurso de que quienes protestan son vagos, que no quieren laburar y que entonces van a protestar para no trabajar y que les den lo que otros tienen trabajando, como si fuese una profesión", y advirtió que "es un discurso que muchas veces entra porque hay mucha gente que trabaja y tiene salarios miserables, y les intentan 'comer el coco' diciéndoles que lo que les falta es lo que le dan al que va a protestar".

Respecto a esto, aseguró que, cuando a Moritán le preguntaron por una propuesta para generar trabajo "no tenía ninguna medida. Eran todas punitivas, represivas", y aprovechó para recordar que "en el restaurant de este hombre, que es uno de los más buscados de la Ciudad de Buenos Aires, y donde un plato de comida puede salir 15 mil pesos, los trabajadores confesaron, cámara oculta, que ganan 100 mil pesos pero la mitad es de propina. Por lo que no ganan 70 mil como él dijo, sino que 50 mil".

Por esto, afirmó que "si esta gente se transforma en la referencia de la política, no sólo que no se van a solucionar los problemas, sino que se van a agudizar. Porque de 20 millones de trabajadores, en Argentina, 8 millones son precarizados; casi la mitad de la fuerza laboral del país".

No obstante, fiel a su estilo, no dudó en asegurar que "todo el discurso de este sector, de achicar el Estado, porque 'el Estado es un problema', es porque quieren hacer lo que se les canta las pelotas", y que "hay intereses muy profundos que quieren que las cosas sigan así". Por eso, fue contundente: "No hay que permitir que los ricos sigan exprimiendo a los trabajadores porque ellos no quieren ganar menos. Hay que hacer un plan de obras públicas, construir viviendas".

Por último, al recordar el alarmante dato de que de 6 a 7 jóvenes de la provincia de Buenos Aires son pobres, y que, por lo tanto, "no tienen ninguna perspectiva ni futuro", llamó a no aceptar discursos "que son las salidas que nos quieren dar los Moritan, explotando a la gente. La salida es discutir la riqueza de la Argentina, cómo hacemos para sacar a la gente de la pobreza".