Passarini defendió la marcha universitaria: "Han despertado a un gigante dormido"
El presidente del Colegio de Ingenieros, Alejandro Passarini, dialogó con CódigoBAIRES sobre la marcha universitaria y le advirtió a Javier Milei que el último político que se metió con la gratuidad de la educación "tuvo que renunciar".
Los colegios de profesionales se sumaron a la defensa de las universidades públicas ante el ajuste del gobierno de Javier Milei que, este martes, tiene como broche de oro la masiva marcha que se lleva a cabo en Capital Federal y en todas las provincias del país. El Colegio de Ingenieros provincial (CIPBA) se sumó a la partida y, en diálogo con CódigoBAIRES, su presidente Alejandro Passarini no sólo repudió las políticas del libertario sino que celebró el rol de los estudiantes en la defensa de la democracia y le recordó que el último político que quiso arremeter contra la educación gratuita “terminó renunciando”.
“Han despertado a un gigante dormido, que es el estudiantado, que venía en una situación tranquila; pero tocaron algo sensible que es la universidad pública y eso ha generado en propios y ajenos, es decir incluso en los que votaron a este gobierno, una reacción que creo que el gobierno no se esperaba”, comenzó Passarini.
Y agregó: “La historia demuestra que cuando han querido tocar la educación pública, y sobre todo la educación universitaria que tiene una larga tradición desde la Reforma, hacen algo que es sensible a todos los sectores”.
Asimismo, el profesional repudió el recorte de presupuesto por parte del gobierno de Javier Milei a la educación superior pues, según afirmó: “Desfinanciar no es discutible. No es discutible querer llevar a las universidades a una situación crítica que haga que desaparezca o sea vapuleada, no tiene historia y no tiene razón de ser”.
En este contexto, Passarini advirtió sobre las consecuencias que podría traer al presidente Milei su escalada contra las casas de altos estudios: “Cuando en la época del gobierno de la Alianza, Ricardo López Murphy, pretendió, también, arancelar y restringir los presupuestos, le costó el cargo y, tuvo que renunciar. ¿Por qué? Porque tocó algo que está incorporado en la mayoría de los argentinos, que es nuestra universidad”.
Más tarde, el ingeniero puso en duda el argumento del líder de La Libertad Avanza respecto al supuesto adoctrinamiento que sufrirían los estudiantes de los establecimientos públicos. “Cuando dicen que la universidad pública adoctrina, les digo que no, que todo lo contrario. La universidad pública argentina, si hay algo que tiene es la posibilidad de la discusión y la diversidad”.
Y sumó: “¿Qué adoctrinamiento? Al contrario, yo viví una universidad brava, la Universidad Nacional de La Plata en el año ‘79, en plena dictadura, y la discusión era difícil, pero se daba. Con reservas y cuidados, se hacía, en medio de una dictadura que hizo desaparecer a muchos estudiantes. Y en el ‘83, el estudiantado fue uno de los responsables de todo lo que fue la recuperación de la democracia. Y allí estaban radicales, peronistas, socialistas, comunistas”.
Paralelamente, el titular de la entidad que agrupa a los ingenieros bonaerense remarcó la calidad de los profesionales que egresan de las casas de altos estudios de gestión pública por sobre las de administración privada. “Cuando hicimos el congreso de energías renovables, el año pasado en Bahía Blanca, vino gente del exterior a hacer sus ponencias, sin embargo, el rol preponderante lo tuvieron nuestros trabajos. La verdad, las ponencias de los trabajos y de los estudios de los argentinos estuvieron a igual o superior nivel que los de las potencias extranjeras. ¿Y eso de dónde nació?, de la universidad pública, porque es la que más invierte en desarrollo tecnológico y científico”, dijo.
“En el mundo el patrón por oro no mide más la riqueza de un país, eso depende de su desarrollo científico y tecnológico. Nosotros lo estamos destruyendo”, cerró.