Argentina y Brasil impulsan una moneda común para la región

Al igual que hace 20 años Europa lo hizo con el euro, lo que se venía especulando hace un tiempo, hoy comienza a tomar forma, a partir de la visita del presidente brasilero Luis Inácio Da Silva, Lula, a Buenos Aires este martes, en el marco de la  Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en la que nuestro país es nuevamente sede, donde, la moneda en común, será uno de los principales temas a tratar.

Según informó el medio inglés Financial Times, en un principio, la moneda correría en paralelo con el peso argentino y el real brasilero y, en la cumbre de la CELAC, se anunciaría un trabajo preparatorio previo y presentará la propuesta al resto de la región.

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"Habrá una decisión de comenzar a estudiar los parámetros necesarios para una moneda común, que incluye todo, desde cuestiones fiscales hasta el tamaño de la economía y el papel de los bancos centrales”, dijo el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, al medio británico.

“Sería un estudio de mecanismos de integración comercial”, agregó. “No quiero crear falsas expectativas. . . es el primer paso de un largo camino que América Latina debe recorrer”.

[caption id="" align="alignnone" width="1920"] Massa con su par brasileño, Fernando Haddad[/caption]

A su vez, no todo el sector político brasileño está de acuerdo con la propuesta. Según destaca Financial Times, el gigante sudamericano mostraría cierta reticencia a atarse a un “vecino perennemente volátil” que –destaca la nota- no tiene acceso al crédito internacional desde el default de 2020 y debe al FMI más de USD 40.000 millones del rescate financiero de 2018.

En cambio, del lado argentino, el proyecto podría tener apoyo de la oposición, dado a que, en 2019, la idea de moneda común ya había estado presente entre ambos países cuando, el entonces mandatario argentino, Mauricio Macri, y el por entonces mandatario brasileño Jair Bolsonaro, se entusiasmaron con la idea de crear el “peso real”, proyecto que apoyaba el entonces ministro de Hacienda Argentino Nicolás Dujovne.

[caption id="" align="alignnone" width="1920"] Bolsonaro y Macri propusieron en su momento la creación del "peso real", idea que fue rechazada por el Banco Central de Brasil[/caption]

Trascendió que el nombre de la nueva divisa sería "Sur", y que, según informaron, sería una alternativa para reducir la dependencia del dólar estadounidense que posee gran parte de la región, motivo por el cual esperan la adhesión a la idea del resto de países del bloque latinoamericano. En principio, la idea es que el resto de los países de América del Sur puedan adherirse paulatinamente sin tener que eliminar sus monedas nacionales.

Por eso es que, desde Brasil, sostienen que la idea es la creación de una moneda para operaciones comerciales, que reemplace al dólar pero no así a las monedas locales:  "No se está hablando de una moneda única, sino de una común cuyo objetivo central es poder compensar el comercio en una moneda que hasta podría llamarse Sur, hay un proyecto por ahí", aseveró el diplomático Martínez Pandiani en declaraciones a Télam Radio recientemente.

Por último, se plantea la posibilidad de un swap de monedas entre el peso y  el real, como el que posee Argentina con China, para el fortalecimiento de reservas y un acuerdo entre bancos públicos para financiar proyectos de infraestructura, inversiones, importaciones y exportaciones.

Acuerdo energético

La integración de ambos bloques se trata, también, de un acercamiento por parte de Argentina, que busca un financiamiento brasilero para la finalización de las obras del gasoducto Néstor Kirchner, que permitiría exportar el gas de Vaca Muerta a Brasil, un interés que mantienen en común ambos países, dada la declinación de la producción de gas de Bolivia, que exporta a ambos países. Ese puede ser el segundo anuncio que podrían hacer mañana Alberto Fernández y Lula.

“En materia de energía, buscamos ampliar y reforzar la estructura de transporte con un gasoducto hasta la frontera con Brasil, un nuevo memorándum de energía para regular la venta de gas en verano y compra de energía eléctrica en invierno y la venta de GLP (gas licuado de petróleo)”, enumeraron.