Son dias agitados para Sergio Massa, debido a que el país nuevamente se encuentra sometido a una corrida cambiaria que hizo que el dólar blue tocara un nuevo máximo histórico. Pese a esto, la mayor preocupación se vio expresada por diferentes rumores que se hicieron correr en la semana que describían que el Ministro se encontraba planificando un desdoblamiento cambiario, luego de su gira por Estados Unidos, en donde mantuvo reuniones con funcionarios del Fondo Monetario Internacional.
En la mira se encuentra nada más y nada menos que el presidente, Alberto Fernández, el cual para el entorno massista es uno de los principales protagonistas de hacer correr operaciones de prensa, junto a algunos funcionarios de su riñón, como el flamante jefe de Asesores, Antonio Aracre.
“Les voy a contestar a todos los que juegan a la internita poniendo en riesgo la economía”, expresó Massa en una comunicación con el Presidente que difundió el portal Pagina 12.
Más allá de esto, hoy la propia Malena Galmarini, titular de AYSA y pareja de Massa, salió a confirmar los enojos y sostuvo que “las operaciones políticas nunca gustan, los off nunca gustan; y cuando vos sabés de dónde vienen, uno tiene derecho a enojarse”, y acusó directamente a la Casa Rosada.
“Las acusaciones vienen desde adentro de la Casa Rosada”, sostuvo Galmarini en declaraciones radiales, y agregó: “Además entiendo que Sergio se los dijo también porque no es especulador, no es ese ventajero que quisieron hacer creer. Va, se sienta y te dice las cosas”.
El off surgió de una larga reunión que mantuvieron la semana pasada, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, con Lisandro Cleri, del BCRA, el jefe de gabinete de Economía, Leonardo Madcur y otros referentes económicos para analizar un paquete de medidas macro para ir contra la inflación.
Massa, los OFF’s y el punto en común con Cristina
El Ministro de Economía se encuentra en gestión por primera vez con las operaciones de prensa que parecen ser un denominador común en la marca de Alberto Fernández al frente de la Casa Rosada.
En este caso, la vicepresidenta, Cristina Fernández, ya había adelantado los conflictos, primero con una carta en la cual dedicó un apartado directo al jefe de Prensa de Presidencia, Juan Pablo Biondi, al que le pidió que “termine con las operaciones de prensa en su contra”. Cerca de la medianoche renunció a su cargo.
La otra disputa se desató en el medio del conflicto que se ocasionó cuando se conocieron los detalles de la licitación del Gasoducto Nestor Kirchner. Allí, en un acto aniversario por YPF, Cristina apuntó contra el ministerio de Producción, que en esos momentos conducía Matías Kulfas, por la demora y las condiciones de negociación con Techint, que iba a proveer las cañerías necesarias. Sobre todo por la línea de producción y ensamble iba a estar emplazada en Brasil, y eso demandaría un incremento excepcional de los costos de licitación.
Inmediatamente después del acto, desde Producción dejaron correr un off acusando al “kirchnerismo” de ser el encargado de demorar las obras, emplazado en el titular de ENARSA, Agustín Geréz. Kulfas renunció el mismo día.
Ya la semana pasada, Cristina había recalcado en un acto que protagonizó en el Senado junto a titulares de Abuelas de Plaza de Mayo, que “en un off se dicen barbaridades que después se niegan”.
Este parecería uno de los puntos centrales que mantendría al titular del Frente Renovador más cercano al cristinismo que al equipo albertista. De aquel lado coinciden en que si no hay un cambio de rumbo y estabilización en la economía, poco quedará por hacer de cara a las elecciones de octubre.
