El concejal y ex juez platense Luis Arias relató su participación en la investigación de la que fue la peor tragedia que sufrió la capital bonaerense: La inundación del 2 de abril del 2013.
En diálogo con Radio La Plata (FM 90.9), el edil manifestó: “Fue un momento muy duro para quienes estuvimos involucrados. Yo no me inundé pero vi de muy cerca el dolor de la gente que perdió todo, hasta sus seres queridos”.

En esa línea, compartió un relato desgarrador sobre el fallecimiento del matrimonio Aguirre. “Vivían cerca al distribuidor y ella estaba en silla de ruedas, su marido trató de sacarla pero cayeron en una zanja que no se veía y murieron ahogados mientras su hija pedía auxilio desde arriba de un auto; él nunca la soltó y fallecieron los dos”, contó.
Resulta que muchas historias como esta fueron ”escondidas bajo la alfombra”, historias de muchísima gente que perdió su ropa, su cama y su comida. “Como ciudad no pudimos hacer ese duelo colectivo que nos permita encontrar la resiliencia”, lamentó Arias.
¿Cómo comenzó la investigación de Arias por la inundación?
Según indicó el ex magistrado, que en su momento se encontraba en ejercicio como Juez contencioso administrativo, el trabajo comienza a raíz de una demanda que presenta el ex defensor penal juvenil, Julian Axat.
La situación fue muy delicada, ya que Axat debió renunciar a su cargo luego de lo sucedido, pero compartió sin dudar la información que había recibido: “Se decía que había muchos menores muertos y manipulación en el manejo de las cifras”, dijo Arias, y afirmó que lejos de buscar interferir en una acción penal, se inició “una acción para el derecho a la información, la verdad y la rectificación de los registros públicos”.
“Yo sufrí el hostigamiento de los jueces penales que quisieron sacarme la causa todo el tiempo, yo supongo que para hacerle juego al poder político, y muchos decían que yo llevaba una investigación paralela”, relató el edil, aunque finalmente se demostró que la causa correspondía a la categoría de tendenciosa administrativa y con el tiempo, la corte le dió la razón.
Sin embargo, Arias cuestionó que todos aquellos que lo criticaron porque interpretaron que la causa correspondía a una investigación penal “no investigaron ningún delito ni hicieron responsable a nadie”.
Además, explicó que el motivo de querer categorizar la causa de esa manera se debía a que la justicia penal sólo considera a las víctimas de muertes traumáticas. “Si una pareja moría ahogada es una muerte traumática, pero si alguien sufría hipotermia, iba al hospital y a consecuencia le daba un paro cardíaco, el fuero penal no lo computaba”, dijo.
De tal manera evidenció la intencionalidad del sector político por esconder el verdadero número de víctimas que generó la inundación en la capital bonaerense.

Gracias al arduo trabajo de Arias y muchos otros implicados, se logró establecer una sentencia en marzo del 2014, a menos de un año de la tragedia. “El equipo del juzgado relegó su vida durante un año para poder obtener la sentencia a tiempo, nos costó mucho conseguir todo”, agregó Arias.
Y compartió una de las anécdotas del proceso: “La morgue y el Ministerio de Seguridad los tuve que allanar con Gendarmería Nacional porque no nos querían dejar ver nada; no pudimos acceder a los audios del 911 ni a las cámaras porque dijeron que un microcorte de luz hizo que se perdiera todo. Cuando me lleve los libros de la morgue con una orden nos salió a perseguir la policía, los patrulleros nos siguieron hasta la puerta del juzgado”.
En la investigación fue fundamental tener en cuenta el relato de la gente, ya que por ejemplo se corría la voz de que “se estaban llevando cuerpos al conurbano para cremarlos”, contó Arias, y en ese sentido se hicieron pedidos de “informes a embajadas, consulados, escuelas; se logró un material probatorio enorme que llevamos a la comisión por la memoria”.
Finalmente y tras la clarificación de los datos que tan arduamente se intentaron ocultar tras la inundación, Arias presentó un proyecto para que se cree un archivo histórico de lo que fue la tragedia. “Hay mucho material probatorio y representaciones artísticas, libros, fotos canciones, que merecen un archivo del evento climático más trágico para la Ciudad, no solos por las condiciones de la inundación sino por la mentira política”, concluyó.
