Un día como hoy, pero hace 21 años la gente salía a las calles para manifestarse por la enorme crisis política, económica, social e institucional en la que estaba sumido el país.
Esto surgió inmediatamente después de que el en ese entonces presidente, Fernando De la Rúa, declarará el estado de sitio. Horas después la fuerza policial avanzó con una feroz represión contra el pueblo que se movilizaba al grito de “¡Qué se vayan todos!”.
En ese sentido, Neustadt dijo que pensó que “podría ser la última foto” de Wado.
El desmedido accionar policial, que se cobró la vida de 39 personas, fué el punto máximo de la escalada de violencia que culminó con la renuncia de De La Rúa. Quien el 20 de diciembre a las 19:37 le dejó una postal histórica al país, tras abandonar la Casa Rosada en helicóptero.
Actualmente, no son pocos los sobrevivientes que siguen lidiando con los recuerdos de aquellos traumáticos días.
“Bajaron con armas largas y cortas, se abrieron en abanico, apuntaron, yo grité y me tiré al suelo. Paula Simonetti estaba por ahí, le dieron en el pulmón, dos balas pegaron en su grabador, que desapareció. Ella quedó muy muy mal y hoy está viviendo en España”, había relatado una de las víctimas a TÉLAM, rememorando los instantes previos a que la policía desatara una balacera contra los manifestantes.
Las cicatrices de la crisis y la violencia permanecen en la memoria de muchos Argentinos, que habían salido a la calle poco días después de que el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, anunciara la implementación del Corralito.
La restricción al retiro de efectivo en los bancos golpeó fuertemente a una clase media que ya venía sintiendo el azote de la hiperinflación. Aunque los más afectados fueron sin duda la clase baja, en su mayoría no bancarizada.
A este sector de la población le costó mucho tiempo recuperar un mínimo de condiciones de vida. Aún los años siguientes las guardias de los hospitales se veían colmadas de niños con casos desnutrición y madres que se desmayaban por la falta de alimento.
“Post 2001 en un hospital del sur de la ciudad de Buenos Aires, las madres se desmayaban de hambre en las salas de espera. Atendemos chicos con Sarna sobreinfectada”, había declarado la pediatra María José Martínez Cáceres.
Lo que sucedió el 19 y 20 de diciembre fué la violenta explosión de un conjunto de problemáticas producto de una mala administración estatal y la implementación de políticas neoliberales.
Al igual que con otros momentos de la historia argentina, es de vital importancia que con el pasar de los años se mantenga en la memoria de la socieda lo que sucedió en el 2001, para así impedir que esto se vuelva repetir.