Kicillof presenta el Presupuesto 2026 en medio de fuertes tensiones internas y pulseada con la oposición
Con foco en obra pública y programas sociales, el gobernador busca respaldo legislativo mientras crecen las fricciones dentro del bloque peronista.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, protagonizará hoy un gesto política inusual: presentará públicamente el proyecto de Presupuesto 2026, la Ley Impositiva y la autorización para tomar deuda en un acto en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno, acompañado por intendentes, legisladores y referentes sindicales. La escena, que rompe con la tradición de enviar el expediente directamente a la Legislatura, busca exhibir músculo político en un momento crucial para su gestión y marcar la importancia del paquete económico que definirá el futuro fiscal de la Provincia.
La convocatoria llega en un escenario complejo: caída real de la recaudación superior al 5%, recorte de transferencias nacionales, paralización de la obra pública y un clima interno en el peronismo atravesado por reproches, pases de factura y distancias cada vez más visibles entre el kicillofismo y el kirchnerismo puro. El gobernador pretende blindarse frente a ese doble frente, externo e interno, y evitar repetir la parálisis de 2024, cuando la falta de acuerdos lo obligó a prorrogar el Presupuesto y la Ley Fiscal, dejando sin las principales herramientas económicas a la administración provincial. Ahora busca llegar a fin de año con el paquete aprobado para garantizar funcionamiento, pago de salarios y sostén de programas esenciales en 2026.
La presentación formal del ministro de Economía, Pablo López, y del titular de ARBA, Cristian Girard, ante comisiones legislativas comenzará mañana a las 14.30. El Ejecutivo pretende avanzar rápido: considera que el escenario previo al recambio parlamentario del 10 de diciembre ofrece mejores condiciones que el nuevo mapa legislativo, donde el peronismo quedará fragmentado entre kirchneristas, massistas y el núcleo propio del gobernador, en medio de una oposición,a priori, fortalecida por el resultado electoral.
Interna recalentada y pases de factura en público
Aunque Kicillof insiste en que no será “responsable de una ruptura”, el clima dentro de Fuerza Patria es el más tenso desde su llegada a la Gobernación. Las críticas públicas y veladas de Cristina Kirchner y referentes de La Cámpora se intensificaron en la última semana, alimentando especulaciones sobre cambios en el gabinete y sobre el rol de los funcionarios que responden directamente a la expresidenta. Por ahora, nadie se mueve: un desplazamiento sería leído como un quiebre explícito.
En la Legislatura, el panorama es igualmente áspero. La Cámpora, que seguirá siendo el bloque mayoritario dentro del peronismo, revisará punto por punto el Presupuesto y la Impositiva, y ya anticipó que no acompañará sin condiciones. El massismo plantea demandas similares. En paralelo, intendentes advierten que no tolerarán un nuevo retraso y presionan para que la negociación avance.
Desde el entorno del gobernador repiten que este año “no se van a tirar arriba de la granada”. El mensaje es claro: si la ley no sale, la responsabilidad recaerá no solo sobre la oposición, sino también sobre los sectores del propio peronismo que decidan poner obstáculos. En 2024, recuerdan, hubo fuego amigo que contribuyó al bloqueo.
La oposición afila condiciones y negocia en bloque
Las fuerzas dialoguistas anticipan predisposición al acuerdo, pero con exigencias: cubrir vacantes en la Suprema Corte, Banco Provincia y organismos de control, además de garantizar fondos para municipios. La UCR-Cambio Federal pidió tratar el paquete antes del recambio legislativo, mientras que el PRO y La Libertad Avanza se preparan para actuar coordinadamente tras el triunfo electoral, fortalecidos a partir del 10 de diciembre.
Otro punto clave es el endeudamiento: la Provincia necesita recursos para afrontar vencimientos heredados de la gestión de María Eugenia Vidal. La autorización podría rondar los USD 3.000 millones y requiere de mayorías especiales. Ese será el punto más áspero de la negociación.
El desafío político y el test de liderazgo
Kicillof apuesta a ordenar su espacio sin entrar en confrontación directa con el kirchnerismo y manteniendo como adversario principal al presidente Javier Milei, una estrategia que busca preservar su proyección nacional dentro del universo peronista sin contribuir al desgaste interno.
La pulseada de las próximas semanas será decisiva no sólo para el futuro económico de la Provincia, sino también para el posicionamiento político de Kicillof dentro del peronismo. En La Plata y Buenos Aires nadie desconoce que este Presupuesto no solo define números: también mide lealtades, autoridad y el rumbo del peronismo bonaerense en un nuevo escenario nacional.
