El Consejo de Informática asiste a otras entidades con firma digital y sello de competencia
Se trata de herramientas que además de garantizar validez jurídica y trazabilidad documental, pueden ser un factor clave para modernizar trámites profesionales
El Consejo Profesional de Ciencias Informáticas de la Provincia de Buenos Aires (CPCIBA) avanza en una agenda de cooperación con otros colegios y entes profesionales —como el Colegio de Sociólogos, el Colegio Profesional de Terapia Ocupacional, entre otros- con el objetivo de brindar soporte técnico y operativo en la adopción de la firma digital y del denominado “sello de competencia”, herramientas que además de garantizar validez jurídica y trazabilidad documental, pueden ser un factor clave para modernizar trámites profesionales y facilitar la interacción con la ciudadanía y con organismos públicos.
La firma digital en la Argentina está regulada por la Ley 25.506, que reconoce su eficacia jurídica y establece las condiciones para su uso en documentos y trámites electrónicos. Sobre esa base normativa, la incorporación de sellos de competencia —atributos digitales vinculados a la matrícula o a las competencias profesionales del titular— ofrece una capa adicional de información que ayuda a identificar el rol profesional y a acelerar procesos administrativos o de certificación.
El Sello de Competencia como complemento de la firma digital
En la práctica, el sello de competencia no sustituye la firma digital; más bien la complementa: permite que, junto con la firma que valida la autoría e integridad del documento, se incorpore un certificado que acredite la condición profesional, la matrícula o competencias específicas del firmante. Esta funcionalidad fue destacada en las actualizaciones regulatorias que recuperaron y precisaron el uso de sellos de competencia como servicio asociado a la infraestructura de firma digital.
El enfoque que propone la entidad que preside Pablo Barbosa es doble. Por un lado, ofrecer asistencia técnica y capacitación a colegios que no cuentan con capacidad propia para implementar certificados digitales (gestión de claves, integración con plataformas de gestión, verificación y almacenaje de firmas). Por otro, impulsar convenios marco que permitan a otras entidades acceder a servicios compartidos —por ejemplo: provisión de certificados, plataformas de firma remota y protocolos de verificación— evitando que la desigualdad de recursos se traduzca en brechas de digitalización entre profesiones. Estas iniciativas favorecen la interoperabilidad entre actores profesionales y con la administración pública, y reducen costos de entrada para entidades con menor volumen.
Las ventajas prácticas para la ciudadanía y para las instituciones son claras: documentos con validez legal firmados electrónicamente, reducción de trámites presenciales, mayor seguridad y trazabilidad, y la posibilidad de incorporar en los certificados datos sobre la formación o competencias del profesional. Para los colegios, además, el sello de competencia puede ser una herramienta de transparencia y confianza —al permitir verificar online la matrícula y especializaciones— y de posicionamiento institucional frente a sus matriculados.
Recientemente se registraron gestos concretos de coordinación local: el CPCIBA ha manifestado interés en avanzar en proyectos compartidos relacionados con firma digital y sello de competencia, dialogando con colegios como el de Sociólogos para materializar acuerdos y experiencias piloto que luego puedan replicarse a instituciones de tamaño menor. Este tipo de pilotos sirven para ajustar protocolos técnicos, modelos de convenio y capacitación, y para evaluar modelos de financiamiento compartido.
Para que la iniciativa prospere, conviene atender —al menos— tres aspectos prácticos:
- Marco legal y procedimientos administrativos: asegurar que los certificados y sellos cumplan la normativa vigente y las mejores prácticas de seguridad.
- Modelo operativo compartido: diseñar servicios centralizados (o en modalidad “cloud” para colegios pequeños) que reduzcan costos y brinden soporte técnico permanente.
- Capacitación y comunicación: capacitar a las autoridades y matriculados sobre el uso, alcances y limitaciones de la firma digital y el sello de competencia, y comunicar claramente a la sociedad cómo verificar certificados.
El proyecto de CPCIBA abre una vía práctica para que profesionales de disciplinas diversas accedan a tecnologías digitales con respaldo legal y eficacia operativa, sin que el tamaño institucional sea una barrera. Si se consolidan los convenios y se desarrollan pilotos replicables, el sello de competencia podría convertirse en un estándar de confianza profesional en la provincia, fortaleciendo tanto la gestión colegiada como la protección de la ciudadanía.


