Comprar una vivienda en la Provincia hoy requiere casi 7 años de salario
El informe del Colegio de Martilleros y la UNNOBA revela que acceder a la casa propia sigue siendo un desafío por los altos costos y la brecha salarial.
El acceso a la vivienda propia sigue siendo un desafío creciente en la provincia de Buenos Aires, según un reciente estudio elaborado por el Colegio de Martilleros bonaerenses junto a la Universidad Nacional del Noroeste (UNNOBA). El relevamiento, que busca generar indicadores de alta frecuencia sobre el mercado inmobiliario, revela que la brecha entre los ingresos de los trabajadores y los valores de las propiedades sigue ampliándose, dificultando que las familias puedan concretar el sueño de la casa propia.
El informe, correspondiente al primer semestre de 2025, surge de un convenio estratégico que permite monitorear la evolución del mercado en los 20 colegios departamentales bonaerenses, a partir de encuestas a inmobiliarias y datos oficiales del INDEC, AFIP, ARBA y el Banco Central. Según los resultados, pese a que el sector muestra signos de recuperación en volumen de operaciones y en la oferta de crédito hipotecario desde el segundo semestre de 2024, la accesibilidad habitacional sigue siendo un problema crítico.
Uno de los hallazgos más relevantes del estudio es el cambio en la demanda de inmuebles. Mientras que el 65% de las operaciones corresponden a casas y departamentos, se observa un incremento en la compra de terrenos, que ya representa el 21% del total. Esto evidencia que los compradores buscan alternativas más económicas y largoplacistas en desarrollos urbanos nuevos o loteos del interior provincial, adaptándose a un mercado cada vez más costoso y segmentado.
Según el estudio, el salario promedio formal en julio de 2025 fue de $1.524.216, por lo que comprar una vivienda tipo de dos dormitorios, que requiere 65 salarios, implicaría destinar casi 7 años completos de ingresos al valor del inmueble.
El relevamiento también señala que la heterogeneidad territorial impacta de manera directa en la accesibilidad. El Conurbano y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) concentran estructuras urbanas e industriales, mientras que el interior combina actividad agropecuaria y agroindustrial, con ciudades intermedias que concentran gran parte de la demanda. Por su parte, las zonas costeras y portuarias dependen de economías mixtas basadas en turismo, pesca y polos energéticos, lo que eleva los valores de los alquileres temporarios y dificulta el acceso a vivienda permanente, especialmente en ciudades como Mar del Plata, Necochea o Villa Gesell.
Luis Colao, presidente del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos bonaerense, destacó la importancia de contar con información precisa a nivel provincial: “Es un gran paso para contar con estadísticas reales de toda la provincia, ya que hasta ahora los indicadores estaban centralizados en la Ciudad de Buenos Aires. Estos relevamientos brindan certezas a los profesionales y ayudan a la toma de decisiones”. Además, remarcó la necesidad de generar herramientas de crédito y políticas de acompañamiento sostenido para que más bonaerenses puedan concretar el acceso a la vivienda.
El estudio concluye que, aunque el mercado inmobiliario bonaerense mantiene un perfil residencial predominante y muestra signos de recuperación, persisten desafíos estructurales: altos costos, concentración del mercado en determinadas áreas y falta de financiamiento accesible. Esto mantiene el derecho a la vivienda fuera del alcance de la mayoría de las familias, haciendo que el esfuerzo económico para lograr la casa propia siga siendo muy elevado en toda la provincia.



