Las últimas lluvias empeoraron la situación en los campos bonaerenses
Las intensas precipitaciones volvieron a inundar zonas rurales y complicaron la recuperación de los suelos.
La lluvia de la última semana empeoró el escenario para el agro. Los campos que apenas se estaban recuperando de las últimas lluvias volvieron a inundarse. La situación ya era compleja, ya que hace tan solo dos semanas la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) advirtió que hay 711.342 hectáreas bajo agua o anegadas.
Entre los más afectados por las lluvias de esta semana se encuentran Los Toldos con 148 mm, Chivilcoy con 123 mm, Comodoro Py y Bragado con 120 mm, General Arenales con 120 mm y 9 de Julio con 98 mm.
Las grandes concentraciones de agua se produjeron por varios factores: la falta de obras ocasionó el estancamiento, sumado a las inusuales precipitaciones que en algunos sectores fueron superiores a lo habitual. “Esta zona está preparada para soportar 800 milímetros al año y ya llovieron 1.200 en apenas siete meses”, informó el intendente de Carlos Casares, Daniel Stadnik.
A pesar de que la situación es crítica, los productores aseguran que tienen reservas para el trigo y para la siembra de granos gruesos. Aunque, las grandes lluvias pueden imposibilitar la implantación en un futuro en las zonas más afectadas como Bolívar, Carlos Casares, 25 de Mayo, Pehuajó, General Alvear, entre otros.
En algunas zonas del oeste de la provincia y Córdoba, en cambio, la lluvia será beneficiosa para la próxima cosecha. Pablo Mercuri, especialista del INTA, explicó que “los trigos que están en crecimiento también van a requerir agua en la próxima semana, por lo que disponer de buenas reservas de agua en el suelo es muy beneficioso”.
En las áreas que ya venían complicadas, las precipitaciones retrasaron el proceso de recuperación de las tierras inundadas. “Si hace diez días estaban complicados, con esto aún más”, expresó el presidente de la Sociedad Rural local, José Gabriel Erreca.
Por otro lado, el presidente de la Sociedad Rural de 25 de Mayo, Darío Sabini, expresó que los niveles de agua pusieron en riesgo la siembra de girasol y maíz. “También están los caminos complicados por el alto nivel de agua en las cunetas; el ingreso de agua a la zona sur y este del partido es grave”.
En 9 de Julio, el director de la Sociedad Rural, Nicolás Capriroli, indicó que la cantidad de agua de la zona se incrementó de manera gradual en los últimos años. “Pensar que durante tres años no teníamos lluvias abundantes y ahora todas son de 50, 60, 100 mm”, expresó.
La siembra llegará el 15 de septiembre, aunque en el distrito no saben cuánto podrán sembrar por las anegaciones de agua, ya que el 80% de la superficie está afectada.
El panorama en el campo bonaerense sigue marcado por la incertidumbre: mientras en algunas zonas las lluvias trajeron alivio y reservas hídricas, en otras la acumulación de agua amenaza con frenar la siembra y profundizar las pérdidas.


