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Milei más complicado por el escándalo de las valijas

Una aeronave privada que nunca fue registrada, valijas que eludieron controles y conexiones con funcionarios libertarios y el Estado envuelven en sospechas al entorno de Laura Arrieta y de Leonardo Scatturice. La Justicia investiga una trama que terminaría en el presidente Javier Milei.

Andrea Lazaro
15/07/2025
Milei más complicado por el escándalo de las valijas

El escándalo por el arribo de un vuelo privado en febrero desde Estados Unidos con pasajeros ligados al oficialismo y una empresa con beneficios estatales expuso fallas en los controles migratorios, aduaneros y aeronáuticos. El hermano de la pasajera tiene contratos con el Ministerio de Trabajo y registros de ingreso a Casa Rosada. Si bien el Gobierno nacional negó irregularidades, la Justicia avanza con la investigación, que cada vez acorrala más al presidente Javier Milei.

Para entender qué pasó hay que retrotraerse al 26 de febrero de pasado, cuando aterrizó en Aeroparque el avión Bombardier Global 5000 matrícula N18RU, proveniente de Estados Unidos. A bordo viajaban Laura Belén Arrieta y dos tripulantes: José Luis Donato Bresciano y Juan Pablo Pinto, todos empleados de la empresa OCP Tech. Días después, el vuelo se transformó en un escándalo que involucra a la administración libertaria, con una investigación judicial en curso y acusaciones cruzadas por la falta de controles y los vínculos políticos de los protagonistas.

Es que lo que comenzó como un procedimiento más para la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Aduana, rápidamente se desvió del protocolo habitual. Las cámaras de seguridad y los testimonios incorporados a la causa mostraron que Arrieta descendió con un celular que fue entregado a una agente de Aduana, quien respondió con un gesto de “okey”. El grupo fue escoltado por personal de la empresa Royal Class por un carril especial, evitando el escáner de equipajes.

“No fue por saturación, ni aleatorio, ni hubo justificación técnica. Fue una decisión expresa del personal aduanero”, concluyeron los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Rodríguez, de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), en un dictamen del 11 de junio. En el mismo documento se señala otra anomalía: se declararon cinco valijas, pero en las imágenes se contabilizan al menos diez bultos.

Según trascendió, el piloto Pinto intentó justificar los bultos con una lista que incluía una impresora, una guitarra y hasta un inflable. Pero la lista no convenció a los investigadores, que también observaron divergencias entre el aeropuerto de origen declarado -Fort Lauderdale- y el que figura en otras pruebas: Opa-locka, en Miami.

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Tampoco está claro el destino del vuelo. En Migraciones figura que iba hacia Estados Unidos el 5 de marzo, pero la ruta efectivamente registrada fue Aeroparque-París, con escala en Tenerife. Además, durante la estadía del avión en Aeroparque, dos valijas permanecieron dentro de la aeronave y nunca fueron declaradas.

A este cuadro se suma un dato aún más grave: la aeronave no figura en los registros de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). “Jamás se registró ese avión. No se sabe cuándo estuvo en Argentina”, denunciaron fuentes cercanas a la investigación.

El caso, inicialmente revelado por el periodista Carlos Pagni, cobró mayor dimensión esta semana con la difusión de las imágenes del procedimiento. Las conexiones de Arrieta y su entorno con el Gobierno sumaron elementos políticos a un expediente inicialmente técnico.

¿Quiénes son Laura Arrieta y Leonardo Scatturice?

Arrieta tiene 32 años, es gerente de operaciones de OCP Tech -empresa tecnológica de Leonardo Scatturice- y aparece ligada a la organización en Argentina de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), evento en el que participó el presidente Milei como orador.

Scatturice, por su parte, pareja de Arrieta, es un empresario argentino con fuertes vínculos en Estados Unidos. Su nombre tomó estado público recientemente por la compra de la aerolínea Flybondi y, en registros oficiales estadounidenses, figura como cofundador de CPAC Argentina junto a Arrieta. Se habla de que también está relacionado con la SIDE y es el dueño del avión que trajo a recorrer la Argentina a Hayden Davis de la Cripto estafa $Libra.

Pero el vínculo con el Estado no termina ahí. Fernando Arrieta, hermano de Laura, también aparece en el radar judicial: tiene un contrato con el Ministerio de Trabajo, está vinculado a la empresa C-Certi -dedicada a vender certificados ISO con beneficios estatales- y tiene ingresos registrados a la Casa Rosada. El último, fechado el 10 de febrero de 2025.

El papelón del gobierno de Javier Milei

En principio, el vocero presidencial Manuel Adorni desestimó las acusaciones y aseguró que la pasajera “cumplió todos los controles” y que el avión simplemente “siguió su ruta hacia Europa”. “Pensar que uno puede salir de Estados Unidos con un montón de valijas sin que nadie pregunte nada infiere dos alternativas: o que sos un imbécil o que estás operando y tenés malicia”, sentenció.

Por su parte, el titular de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo, respaldó esa línea y argumentó que el escaneo de equipajes es “una facultad selectiva” del personal aduanero. “La Aduana no detectó ninguna irregularidad y la Justicia continúa investigando”, dijo.

Pero los fiscales piensan diferente. Hablan de omisiones sin causa, decisiones discrecionales y posibles “instrucciones externas” que torcieron el procedimiento.

El expediente avanza en el Juzgado Penal Económico N.º 2, a cargo de Pablo Yadarola, y promete seguir salpicando, con las valijas aún cerradas y conexiones cada vez más incómodas, al oficialismo.

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