Derrumbe PyME: cerraron más de 12.000 empresas en 12 meses y se perdieron 75.000 empleos
Un informe del Observatorio IPA advierte sobre una crisis estructural del sector productivo y alerta por el impacto social de la destrucción empresarial.

Mientras algunos indicadores económicos reflejan una recuperación técnica, el tejido productivo argentino enfrenta una de sus peores crisis en años. Un informe reciente del Observatorio IPA reveló que entre enero de 2024 y enero de 2025 cerraron 12.259 pequeñas y medianas empresas en el país, dejando el total de firmas activas por debajo de las 500.000.
El informe, elaborado por Industriales Pymes Argentinos (IPA), detalla que la cantidad de empresas registradas cayó de 511.630 a 499.371 en apenas 12 meses. Para el sector, esta pérdida masiva de unidades productivas responde a una combinación crítica: recesión económica, elevada presión fiscal y una apertura de importaciones sin restricciones.
“El Gobierno debe definir si tiene un plan o deja morir al sector”
Daniel Rosato, presidente del IPA, fue tajante al evaluar el escenario: “Desde el inicio de la gestión de Javier Milei se perdieron más de 12.000 compañías. Las fábricas locales no pueden competir con productos importados subsidiados, con financiamiento barato y políticas de empleo activas en sus países de origen”.
Rosato también cuestionó la orientación del rebote económico, al advertir que “los sectores que crecen no generan valor agregado” y remarcó que, sin producción nacional, no puede haber generación genuina de riqueza.
Según el observatorio, el deterioro no solo afecta a las empresas: el impacto sobre el empleo también es notable. En marzo de 2025, el empleo registrado cayó un 0,8% interanual, lo que representa la pérdida de 74.811 puestos de trabajo formales. Las áreas más perjudicadas fueron:
Administración Pública: -31.792 empleos
Industria: -18.172 empleos
Construcción: -14.413 empleos
Para Rosato, la dinámica actual “podría derivar en una catástrofe social” si no se revierten las condiciones que obligan a las empresas a ajustar personal frente a la caída sostenida del consumo.
Crecimiento con bases débiles y sin alivio para las PyMEs
A pesar de que en marzo la economía mostró una suba interanual del 5,6%, el informe aclara que se trata de un “rebote técnico” tras un 2024 con indicadores históricamente bajos. El impulso proviene principalmente del sector agroexportador, la industria petrolera y el sistema financiero, mientras que las PyMEs manufactureras siguen estancadas.
La producción industrial creció un 8,5% interanual en abril, pero esta mejora no se traduce en un fortalecimiento generalizado. Sectores clave como Químicos (-0,3%) y Metales (-7%) continúan en caída.
Las micro, pequeñas y medianas industrias operan muy por debajo de su capacidad instalada, afectadas por la baja demanda interna, la dificultad de acceso al crédito y una competencia asimétrica con productos importados. “La recuperación es parcial, sesgada y profundiza la brecha entre grandes empresas y PyMEs”, concluye el informe.