Casi un millón de personas cantaron “Vamos a volver” junto a CFK
Sectores políticos, sindicales, movimientos sociales y simples ciudadanos llegaron desde todos los rincones del país para manifestar su apoyo a la ex mandataria

La movilización a Plaza de Mayo en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner congregó este miércoles a una multitud que incluso desde sectores afines al oficialismo nacional calculan en casi un millón de personas, pese a las vallas y operativos desplegados por el Gobierno para restringir el acceso a los alrededores de la Casa Rosada.
La convocatoria, orquestada inicialmente por La Cámpora y avalada por el Partido Justicialista, logró sumar no solo a los sectores clásicos del peronismo, con la presencia de gobernadores de peso como Axel Kicillof y Ricardo Quintela, sino también a espacios progresistas afines al kirchnerismo, partidos de izquierda y una amplia gama de sindicatos, además de una verdadera marea de manifestantes "no orgánicos" que llegaron a la plaza y se mezclaron en la multitud sin integrar ninguna de las columnas con sello político.
La condena a @CFKArgentina es un golpe de autoritarismo que se expresa en un procedimiento judicial absolutamente injusto y fuera de la ley. Esto es lo que pasa en la Argentina de Milei, una Argentina donde se encarcela y se persigue al que piensa distinto. pic.twitter.com/hOhb1eCCJK
— Axel Kicillof (@Kicillofok) June 18, 2025
Este crisol de identidades políticas coincidiendo en una movilización masiva en la que además no se registró ningún tipode incidentes, dio cuenta de un fenómeno coyuntural: la fusión, al menos momentánea, de todas las vertientes críticas del modelo de gobierno de Javier Milei bajo un único reclamo en contra de la proscripción política de Cristina Kirchner
El punto culminante llegó pasadas las 16:00, cuando los parlantes del escenario montado frente a la Casa Rosada reprodujeron el mensaje en audio de la exmandataria. Al escuchar su voz, la multitud estalló en un “¡Vamos a volver!” que retumbó en toda la Plaza de Mayo y las diagonales aledañas. Cristina Kirchner aseguró: “Vamos a volver. Y vamos a volver con más sabiduría, más unidad, más fuerza. Pueden encerrarme a mí, pero no van a poder encerrar al pueblo argentino.”
El silencio tenso de la Plaza contrastó con la emoción que impregnó cada rincón del espacio público, reforzando la sensación de que el peronismo kirchnerista encontró la manera de recuperar la presencia en la calle un escenario natural del peronismo, pero que le venía siendo esquivo en los últimos años.
Desde temprano, el Gobierno había dispuesto un cerco de vallas metálicas y un despliegue policial inédito alrededor de la Casa Rosada, pero también en los accesos a la Ciudad, sobre todo desde la zona sur del conurbano, argumentando “motivos de seguridad”, aunque el verdadero objetivo era impedir el acceso de los manifestantes, que sin embargo llegaron desde todos los puntos del país copando literalmente el centro porteño.