El timing de Cúneo Libarona: Salió a medir su gestión con la Corte en el ojo de la tormenta
El funcionario, que poco y nada hace frente a la cartera judicial, se preocupa por la percepción de los ciudadanos sobre su desempeño.

El ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona parece estar preocupado por la imagen que la sociedad tiene sobre su área de expertise, en un momento en que la mira está puesta en la posible condena que ratificaría la Corte Suprema contra Cristina Fernández de Kirchner.
Ante ese panorama, el titular de la cartera judicial salió a pedir encuestas telefónicas para conocer de primera mano qué piensan los argentinos de la justicia relevando la confianza en las instituciones y sus propuestas para combatir la creciente inseguridad.
Cúneo Libarona, aquel célebre abogado de la farándula en los 90, no se molesta en ir al Congreso de la Nación a responder sobre la criptoestafa $Libra, pero utiliza los recursos de su Ministerio para llamar a los argentinos para medir su gestión.
Confianza en la justicia, percepciones sobre mejoras -o no- en el sistema judicial, instituciones en las que creen más los argentinos son los primeros tópicos que se preguntan en la consulta del exnovio de Samanta Farjat.
Como si fuera un chiste de mal gusto, la encuesta también pide mostrar acuerdo o desacuerdo con ciertas afirmaciones que llaman a la risa casi instantánea: “Los jueces que resuelven causas penales tratan por igual a todos los ciudadanos sin importar su condición social”; “La justicia penal frecuentemente tiene en cuenta los intereses de las víctimas”; “Los jueces en general tienen mucho trabajo”; “Con los recursos que tiene la justicia hace lo que está a su alcance para combatir el delito” o “El trabajo que hace la justicia sirve para desalentar el delito”, fueron algunas de las frases que los encuestados debían responder si estaban de acuerdo.
Asimismo, desde la cartera que conduce el funcionario que estuvo detenido por destrucción de pruebas en el marco de la causa AMIA, preguntaron por el impacto del trabajo judicial en la prevención del delito, la función principal de una condena (como rehabilitación o castigo), la implementación del juicio por jurados y los cambios en el sistema de la justicia federal.
El ministro, que se maneja entre ser funcionario y desempeñarse como abogado personal del presidente Javier Milei, no parece estar muy concentrado en su gestión, pero sí está preocupado en la percepción de la gente sobre sus acciones, aunque haga poco y nada.