Roma en silencio: Los cardenales ya votan el sucesor de Francisco
Con una participación récord de cardenales de todo el mundo, la Iglesia católica inició en la Capilla Sixtina el cónclave más diverso de su historia.
Con una imagen que remite a siglos de tradición, los 133 cardenales con derecho a voto ingresaron este miércoles a la Capilla Sixtina para dar inicio al cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, fallecido el mes pasado. Se trata del proceso electoral más amplio y multicultural que haya vivido la Iglesia católica, con representantes provenientes de 70 países, un reflejo directo del legado de apertura y globalización que impulsó el pontífice argentino durante su década al frente del Vaticano.
La ceremonia comenzó con la misa Pro eligendo Pontifice, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re. Más tarde, los electores marcharon en procesión hacia la Capilla Sixtina, donde realizaron el juramento bajo la fórmula “extra omnes”, que marca el cierre de puertas al mundo exterior y el comienzo formal del encierro.
La elección requiere que uno de los candidatos reciba al menos dos tercios de los votos. En esta edición, el umbral necesario es de 89. Cada cardenal escribe a mano el nombre de su elegido en una papeleta blanca, junto a la frase en latín eligo in Summum Pontificem. Luego, antes de depositarla en la urna, jura solemnemente: “Invoco a Cristo el Señor, que me ha de juzgar, por testigo de que mi voto se da al que, según Dios, creo debe ser elegido”.
Si el número de papeletas no coincide con la cantidad de votantes, se destruye y la votación se repite. Si coincide, los nombres se leen en voz alta y luego se queman. El humo negro que emerge por la chimenea indica que aún no hay nuevo Papa; el blanco anuncia el Habemus Papam.
El calendario de votaciones contempla hasta cuatro rondas diarias: dos por la mañana y dos por la tarde, con una doble fumata diaria. Si se alabanza el consenso, el nuevo pontífice será presentado ante el mundo desde la Logia de la Basílica de San Pedro.
En esta ocasión, el cónclave está liderado por el cardenal Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, quien reemplaza al nonagenario Giovanni Battista Re. Entre los electores hay una amplia representación de todos los continentes: Europa aporta 52 cardenales, América 37 (incluidos 17 de América del Sur), Asia 23, África 17 y Oceanía 4. Italia sigue siendo el país con mayor número de electores, con 17 cardenales, pero por primera vez se suman representantes de Haití, Cabo Verde, Malasia, Paraguay y Sudán del Sur.
La edad promedio ronda los 70 años, y el más joven es el arzobispo ucraniano Mykola Bychok, de 45. El futuro de la Iglesia está ahora en manos del Espíritu Santo y del voto secreto de los cardenales. El mundo, expectante, espera señales desde Roma.
