Napoleón y Argentina: Los vínculos inesperados entre el emperador y el sur del continente
Aunque parezca lejana, la figura de Napoleón Bonaparte tuvo una influencia directa en la historia argentina. Fausto Frau repasó algunos de los datos más destcados.
Este 5 de mayo se cumplieron 204 años de la muerte de Napoleón Bonaparte, una figura central en la historia de Europa. Pero su influencia también se proyectó sobre América Latina y, en particular, sobre la Argentina, y fue fundamental para nuestra independencia.
“Napoleón fue un militar francés que hizo toda la escalinata de cargos, pasó a ser general muy joven, a los 24 años, después fue primer cónsul dando un golpe de Estado al Directorio francés, y luego fue coronado como emperador, reinando diez años”, explicó Fausto Frau a Código Baires, al recordar la trayectoria del líder galo. Y subrayó: “Tuvo dos abdicaciones y se dice que es el único conductor, por así decirlo, que volvió a su patria además de Perón”.
Uno de los puntos más fuertes de contacto entre Napoleón y la historia local se da a partir de su enfrentamiento con el Imperio Británico. “En eso somos bastante parecidos”, afirmó Frau. “Los odió toda la vida”, añadió, aludiendo a la enemistad que definió buena parte de la política exterior napoleónica.
Frau recordó que Napoleón “impuso un sistema continental, porque quería excluir de todas formas a Inglaterra, y Inglaterra no tiene nada para ofrecer sino comercio”. Y detalló: “Ese sistema lo llegó a aplicar en Europa, Portugal, Rusia, Alemania, Francia, España, Italia... incluso Rusia. Funcionó por bastantes años, hasta que Inglaterra entró en crisis en un momento”.
En el plano geopolítico, Napoleón también tuvo una fuerte injerencia en España, lo cual terminó influyendo directamente en la historia del Río de la Plata. “Napoleón le pidió permiso a Carlos IV, rey de España, para que pasen sus tropas hasta Portugal, y después toma España. Entonces ahí es que caen las Juntas de Sevilla y de Cádiz ante el ejército, y llega la noticia. A partir de la invasión napoleónica en España se desata nuestro primer gobierno patrio”, señaló.
Aunque el Cabildo del 25 de mayo de 1810 juró lealtad a Fernando VII, Frau considera que se trató de una estrategia: “En realidad estaba generando una semilla, como se genera también con las invasiones inglesas, pero acá de manera más directa”.
Además de ese marco internacional, Napoleón dejó una impronta directa en los próceres latinoamericanos. “La formación que tuvo San Martín tiene mucho que ver con Francia, a tal punto que el Directorio pensaba que era un agente de Napoleón”, relató Frau. Y agregó: “Nuestros principales libertadores, todos los soldados de la época, admiraban a Napoleón, porque fue un tipo que no era de clase alta, que llegó a ser emperador, algo impensado”.
Incluso, relató una anécdota según la cual San Martín habría conocido a Napoleón: “En 1798, en Tolón, que es justamente donde Napoleón tiene su primera hazaña combatiendo a los ingleses, se dice que San Martín lo conoció. Obviamente esto hay que chequearlo, pero es una anécdota contada por el mismo San Martín a sus subordinados”.
Pero hay también vínculos biográficos directos entre Napoleón y el país. “Uno de sus hijos vino acá a negociar con Rosas por la guerra que tuvimos con Francia y con Inglaterra”, indicó Frau, en referencia a Alejandro Waleski, hijo natural del emperador. “Rosas no quería darle la libre navegación”, explicó sobre el conflicto diplomático.
A ese contexto se suma otra figura familiar del emperador: “Carlos León, otro de sus hijos ilegítimos, un funcionario del gobierno francés, vino con su familia, con su mujer embarazada a Buenos Aires, para negociar por el Tratado de los Ríos”, comentó Frau. “Rosas le dio la casa más importante de Buenos Aires y allí la mujer del hijo de Napoleón tuvo a su hija. La nieta de Napoleón nació acá, en Argentina. Se llamaba Isabel, pero murió a los pocos meses y está sepultada en el cementerio de la Recoleta”.
Finalmente, Frau recordó el ocaso del emperador. “Después de Waterloo, termina en Santa Helena, una isla que queda a 3.000 kilómetros de Brasil”. Y lo vinculó con los orígenes de la marina nacional: “Tuvimos varios corsarios, piratas al servicio del Estado. Uno de ellos fundó nuestra Armada, que es el Almirante Brown, y otro de ellos llevó la bandera argentina a muchos lugares, Hipólito Bouchard”.
De esta manera, la figura de Napoleón se revela no solo como una influencia ideológica y militar para los libertadores del siglo XIX, sino también como una presencia concreta en algunos episodios poco conocidos de la historia argentina.
