El interior en emergencia: Dos intendentes aplican recortes ante el ajuste nacional
Los intendentes de Saavedra y Guaminí tomaron decisiones drásticas para sostener las finanzas municipales. Reducción de salarios, congelamiento de sueldos y suspensión de subsidios son parte de un escenario cada vez más extendido en el interior bonaerense.

La delicada situación económica que atraviesan numerosos municipios del interior bonaerense empieza a reflejarse con fuerza en las decisiones de los intendentes quienes se ven obligados a aplicar medidas drásticas para sostener los servicios básicos. En este contexto, las localidades de Saavedra-Pigüé y Guaminí avanzaron en recortes salariales, congelamientos y reestructuración del gasto público, en gran parte como consecuencia de la caída en los ingresos coparticipables tras el ajuste impulsado por el Gobierno nacional de Javier Milei.
En Saavedra, el intendente vecinalista Matías Nebot, referenciado políticamente en el espacio del massismo, decidió aplicar un recorte del 13% a los sueldos de planta política, concejales y trabajadores municipales, medida que comunicó con un video institucional. Allí argumentó que la decisión fue adoptada ante una “situación crítica” que arrastra la comuna desde 2019 y que, a pesar de haber intentado evitarla, resultó imposible ante la gravedad del panorama financiero.
“Nos toca tomar la difícil decisión de llevar adelante una reducción salarial. Empezamos por afectar solamente a la planta política, pero no es suficiente”, explicó Nebot. La reducción, que fue aceptada por uno de los gremios municipales, se aplicará en dos tramos: un 6,5% en mayo y otro 6,5% en junio, y se mantendrá hasta el 31 de diciembre. En respuesta a cuestionamientos, el jefe comunal mostró un decreto donde establece la donación del 13% de su propio sueldo y apuntó contra “las calumnias de algunos medios y personas” que, advirtió, deberán responder judicialmente.
Una situación similar atraviesa el distrito de Guaminí, donde el intendente José Augusto Nobre Ferreira decretó la emergencia económica y congeló los salarios del personal municipal, al tiempo que limitó al mínimo el pago de horas extras. La decisión fue tomada frente a la fuerte caída de los ingresos provinciales y el impacto de una emergencia hídrica que obligó al municipio a realizar gastos extraordinarios para reparar caminos, puentes y alcantarillas en zonas rurales afectadas.
“Estamos invirtiendo todos los recursos disponibles para mantener los servicios esenciales”, afirmó Nobre Ferreira. Entre las medidas dispuestas también se cuentan la suspensión de subsidios institucionales y sociales, la paralización de ingresos de personal y la revisión de contratos vigentes. A pesar del panorama, los sueldos correspondientes a abril se abonaron con un incremento del 7.5% sobre el básico.
Tanto en Saavedra como en Guaminí, las decisiones adoptadas no son aisladas, sino parte de un fenómeno creciente en la provincia de Buenos Aires, donde los intendentes advierten que el recorte de fondos dispuesto por la Casa Rosada deja a los municipios sin margen de maniobra. El ajuste nacional impacta de lleno en los gobiernos locales, que deben enfrentar con menos recursos el aumento de la demanda social, el deterioro de la infraestructura y la necesidad de sostener los servicios más básicos.