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Caputo reconoció que no puede bajar los impuestos y culpó a las Provincias y los Municipios

El ministro de Economía emitió un comunicado en redes sociales en el que apuntó a la "herencia" y trató de justificar porque el gobierno libertario no cumple con la promesa de bajar la presión tributaria

Maximiliano Pérez
21/01/2025
Caputo reconoció que no puede bajar los impuestos y culpó a las Provincias y los Municipios

En una clara respuesta al reclamo que vienen realizando las entidades del campo, con fuerte apoyo de los gobernadores de provincia productivas por la baja de las retenciones, el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, reiteró que la intención del gobierno es bajar los impuestos, pero desplegó una serie de argumentos de dudosa factura para explicar porque la administración de Javier Milei mantiene las retenciones y el impuesto a las ganancias, entre otros.

"Estimados, en caso que no haya quedado claro, este gobierno vino a bajar impuestos", arrancó diciendo el funcionario en un mensaje que difundió a través de X, y agregó: "Solo que, producto del desastre heredado y nuestro pésimo historial crediticio, solo podemos hacerlo si tenemos superávit fiscal. Costó mucho evitar una hiperinflación y lograr lo que hemos logrado en apenas un año".

 

 

Es decir que ya en el primer párrafo, Caputo desliza la imposibilidad de avanzar con una eliminación de las retenciones y de otros impuestos, que en rigor de verdad forman parte de las promesas de campaña de La Libertad Avanza.

Intentando exhibir algunos diplomas de gestión, el titular de Economía aseguró que "desde que asumimos, ya hemos bajado mas impuestos que cualquier otro gobierno, entre ellos el más importante, el impuesto inflacionario. Ese que tiene correlación directa con el nivel de pobreza. No es una casualidad que la pobreza haya caído casi 20 puntos al mismo tiempo que bajamos la inflación abruptamente".  Esta sentencia arrastra varias imprecisiones, las primera obviamente es la equiparación del fenómeno de suba de precios sostenido y generalizado de la economía, es decir la inflación, con un impuesto que es un tributo que tiene diferentes características y no tiene nada que ver con la suba de precios.  Pero por otro lado, los "20 puntos" de reducción de la pobreza es una estadística que solo maneja y reconoce el gobierno, ya que ninguna consultora avala esos datos y en el mejor de los casos apenas se reconoce que si hubo una baja apenas alcanzó para achicar el número de pobres que fabricó este gobierno con sus primeras medidas económicas como por ejemplo la devaluación del 118 por ciento, que generó casi 5 millones de nuevos pobres en apenas 24 horas.

Peor hay mas, Caputo remarcó que "también terminamos con el impuesto país, otro impuesto tremendamente distorsivo, y redujimos en muchos casos a cero una cantidad impactante de aranceles, en particular a los bienes de capital". La verdad es que el impuesto PAIS no fue eliminado por este gobienro, sino que venció su plazo de aplicación y no hubo una prórroga, pero hay que advertir que Milei llevó la alícuota del 7,5 al 17,5 por ciento, reduciendolo al porcentual inicial apenas un par de semanas antes de que venciera du plazo de aplicación y solo con la intención de convertir en noticia la baja de un impuesto, que sin embargo no bajo, solo volvió al nivel que tenía cuando asumió el gobierno libertario.

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Como si fuera poco, Caputo no solo confunde inflación con impuestos, sino que hace lo mismo con los "aranceles" que no son impuestos, no tienen objetivos recaudatorios y sirven fundamentalmente como medida de protección para la industria y la producción nacional.  Jactarse de la eliminación de aranceles equivala a celebrar la destrucción de amplios sectores de la industria nacional, sobre todo del segmento PYME que no tiene capacidad para competir con productos extranjeros que ingresan libremente.

Y si bien el funcionario reitera en varias oportunidades que su gestión analiza todos los días la situación financiera y promete hacer todos los esfuerzos para bajar mas impuestos, la realidad es que en lugar de realizar un anuncio concreto, Caputo apuntó contra las provincias y los municipios, al advertir que "todavía no hemos visto una provincia reducir Ingresos Brutos, sin lugar a dudas EL PEOR IMPUESTO que una economía puede tener", y remarcar que los municipios están "directamente estafando a sus vecinos con tasas municipales que no tienen ninguna correlación con las prestaciones que brindan, es decir, contrariamente a lo que dice la ley".

El mensaje automáticamente rompió puentes con algunos gobernadores y dirigentes de primer nivel de las provincias productivas como Martín Llaryora de Córdoba, Maximiliano Pullaro de Santa Fé y Rogelio Frigerio de Entre Ríos, y llegó también como una respuesta directa a los planteos de la Mesa de enlace que agrupa a las distintas entidades de productores agropecuarios, un sector que abiertamente apoyó a Milei durante la campaña electoral, pero que yo empieza a sentirse defraudado por la falta de respuestas concretas.

También hay que remarcar que en ningún momento el ministro de Economía menciona el impuesto a las ganancias que afecta a mas de 2 millones de trabajadores, y que había sido eliminado durante la gestión anterior, con acuerdo del Congreso Nacional con los votos de sectores diversos incluídos los de Javier Milei y Victoria Villaruel.  LLamativamente una de las primeras medidas de la gestión fue reponer ese impuesto a los trabajadores, mientras que se redujeron las alícuotas de bienes personales, que impactan sobre los sectores mas ricos de la sociedad argentina.

El mensaje de Caputo es un intento mas de justificar la incapacidad del gobierno de Milei de avanzar con la eliminación de impuestos, al menos de aquellos que tienen impacto real en los sectores populares, y las primeras reacciones no fueron positivas por lo que se advierte que al menos en torno a las retenciones la gestión libertaria deberá atender nuevos frentes de tensión con el campo.

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