Más de 45 mil usuarios siguen sin luz en el AMBA mientras la ola de calor no da tregua
Mientras se espera un alivio con el descenso de las temperaturas este fin de semana, las quejas por pérdidas económicas y el calor extremo no cesan.

La ola de calor que afecta a gran parte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ha dejado a más de 45 mil usuarios sin suministro eléctrico. Se espera que las temperaturas extremas comiencen a descender recién este fin de semana, acompañado de lluvias.
Desde hace varios días, miles de hogares y comercios del AMBA enfrentan cortes de luz prolongados. Las altas temperaturas han sobrecargado el sistema eléctrico, dejando a muchos usuarios sin el servicio esencial en un contexto de condiciones climáticas extremas.
Según datos del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), la empresa Edenor registra solo 211 usuarios afectados, mientras que Edesur enfrenta un panorama mucho más crítico, con 45.710 usuarios sin electricidad. Entre las zonas más perjudicadas en el área de Edesur se encuentran barrios como Parque Avellaneda, Mataderos, Villa Crespo, Villa Lugano, Boedo, Caballito, Flores, Parque Chacabuco, Monserrat, Recoleta, Retiro y San Telmo.
La falta de suministro eléctrico ha generado un gran malestar entre los usuarios, quienes denunciaron pérdidas de alimentos almacenados y las dificultades de soportar las temperaturas extremas. "Es inaceptable que tengamos que tirar comida y sufrir con este calor insoportable sin respuestas claras de la empresa", comentó una vecina de Villa Lugano.
El alivio podría llegar con las lluvias pronosticadas para este viernes por la tarde-noche, lo que marcará un descenso significativo en las temperaturas. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se espera que la máxima de este sábado no supere los 28 grados, acompañada de lluvias. El domingo, las condiciones serán similares, con una temperatura máxima de 25 grados y mal tiempo.
Mientras tanto, los usuarios continúan esperando soluciones definitivas para la crisis energética que se agrava cada verano en la región metropolitana.