La mitad de los hogares en Argentina no puede cubrir el costo de la canasta básica
La recesión económica, los bajos ingresos y el deterioro en el acceso a servicios básicos agravan la crisis.

Al tercer trimestre de este año, el 50% de los hogares del país no lograba cubrir, con todos los ingresos familiares combinados, el costo de una canasta básica, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Esto implica que millones de personas vivían en condiciones que las ubicaban al borde de la pobreza. El ingreso total familiar medio se situó en 842.000 pesos, mientras que el valor de la canasta básica total (CBT) alcanzaba los 964.000 pesos en septiembre.
“El ingreso medio del 40% de la población más pobre (deciles 1 al 4) no superaba los 233.000 pesos”, detalla el informe. Este fenómeno se atribuye a una combinación de factores, como la licuación sistemática de ingresos, la pérdida de puestos de trabajo por una recesión planificada y un ajuste feroz del gasto público que afectó programas esenciales de alimentación, salud, vivienda y saneamiento.
Los ingresos de la población ocupada reflejan con claridad las desigualdades. Según el Indec, el ingreso medio de las personas con algún tipo de ocupación, formal o informal, se ubicó en 649.163 pesos. Las personas asalariadas con descuento jubilatorio promediaron 810.560 pesos, mientras que quienes no tenían acceso a este beneficio percibieron 334.819 pesos en promedio.
Al respecto, el organismo oficial explica: “La población que se encuentra debajo del 50% de la mediana del ingreso per cápita familiar es un indicador de la desigualdad social”. En este sentido, el 19,3% de la población estaba en esta situación al tercer trimestre del año, superando el 18,1% registrado un año antes.
El acceso a servicios básicos también se deterioró. De acuerdo con el Indec, en el primer semestre del año, 211.000 hogares, donde residen unas 790.000 personas, accedían al agua corriente fuera de sus viviendas. Esto representa un aumento respecto a los 206.000 hogares (696.000 personas) registrados un año antes.
Además, “el 45,5% de los hogares (4.617.000) no tiene acceso, al menos, a uno de los servicios básicos considerados (gas, electricidad, agua o cloacas), afectando al 50,5% de las personas (14.959.000)”, según el informe.
El impacto de estas cifras no es casual, sino parte de lo que se describe como un plan sistemático de exclusión y disciplinamiento social. Eduardo Barcesat, abogado e integrante de la organización política Soberanxs, calificó estas políticas como “un silencioso genocidio del hambre”.
La reducción del financiamiento estatal en áreas críticas como saneamiento, cloacas y vivienda ha profundizado la crisis social. Este enfoque forma parte central del programa político de La Libertad Avanza, caracterizado por priorizar la contracción del gasto público por encima de las necesidades esenciales de la población.