Cristina Kirchner asume la presidencia del PJ en medio las tensiones internas
Su liderazgo busca reordenar un peronismo fracturado, en un año electoral clave para el partido, ya que tendrá como objetivo ser una alternativa ante el gobierno de Javier Milei.

Esta tarde, a las 17:30, Cristina Kirchner asumirá la presidencia del Partido Justicialista (PJ) Nacional en un acto que se realizará en la sede de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). La ceremonia contará con la presencia de los consejeros partidarios y los cinco vicepresidentes que acompañarán a la ex presidenta en su nueva etapa al frente del peronismo. También están invitados los presidentes de los PJ provinciales, entre ellos algunos gobernadores como Sergio Ziliotto (La Pampa) y Gildo Insfrán (Formosa).
Sin embargo, las presencias de los mandatarios provinciales siguen siendo una incógnita. Aunque es probable que Insfrán, presidente del Congreso del PJ, esté presente, la asistencia de Ziliotto es más incierta debido a su bajo perfil en los últimos meses. Por otro lado, se han confirmado algunas ausencias destacadas. Gobernadores como Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Ricardo Quintela (La Rioja) no asistirán, ya que no recibieron invitación. Tampoco se convocó a los principales dirigentes de la CGT, enfrentados históricamente con la ex presidenta. Incluso Axel Kicillof, gobernador de Buenos Aires, no había recibido invitación hasta anoche, lo que refleja la fragmentación actual del peronismo.
La falta de invitaciones a figuras clave del peronismo revela las tensiones internas que atraviesa el espacio. Esta división quedó evidenciada tras la reunión del pasado lunes en Moreno, donde la relación entre CFK y Kicillof mostró signos de un deterioro profundo que afecta la dinámica del espacio.
Kicillof, quien se desempeñó como vicepresidente saliente del PJ bajo la conducción de Alberto Fernández, enfrenta hoy un distanciamiento creciente con CFK. “Hay una distancia cada vez más grande entre ambos, y una hilera de interlocutores que no logran encauzar la situación”, comentó un referente del Instituto Patria. La grieta interna se amplía, mientras los reproches entre las partes se vuelven más frecuentes.
Durante el acto de asunción, CFK será la única oradora. Algunos detractores han utilizado la elección de la sede para criticarla. “Nunca le gustó el PJ. Ni siquiera va a asumir en Matheu. Es una señal más que clara”, afirmó un dirigente del interior. Por el contrario, sus defensores destacan este paso como un gesto hacia la reorganización del peronismo. “Con sus credenciales y liderazgo, se metió al barro del partido para encabezar la restructuración del espacio político. Eso es valorable”, aseguró un kirchnerista.
En su entorno, CFK proyecta reactivar la vida partidaria con una convocatoria amplia, incluyendo viajes al interior del país para fortalecer la estructura territorial. No obstante, los desafíos para revitalizar su liderazgo son significativos. La ex mandataria llega a este rol tras superar varios conflictos, como la disputa con Quintela, quien finalmente quedó fuera de la competencia por decisión judicial. El gobernador riojano rechazó las posteriores convocatorias, dejando en claro su posición de enfrentamiento.
Además, el distanciamiento de Kicillof ha alimentado suspicacias en el círculo de CFK, que interpreta la actitud del gobernador como un intento de construir un proyecto personal al margen del liderazgo kirchnerista. “Cristina Kirchner asumirá como presidenta del PJ. Con ella al frente y con las nuevas autoridades, trabajaremos para ofrecer un camino distinto. Un proyecto que priorice a quienes trabajan, a quienes producen, a los estudiantes y los jubilados”, sostuvo Eduardo “Wado” de Pedro en una carta publicada ayer.
Aunque CFK ha demostrado su capacidad para reinventarse en múltiples ocasiones, el contexto actual del peronismo plantea un desafío sin precedentes. El impacto del golpe electoral del año pasado y la fragmentación interna complican la construcción de un relato capaz de enfrentar a Javier Milei y sus propuestas libertarias. Sin embargo, subestimar la capacidad de la ex presidenta para reconstruir su liderazgo podría ser un error. El tiempo dirá si logra encontrar el pragmatismo necesario para sortear los obstáculos y conducir al PJ en este complejo escenario político.