Lula da Silva permanece en terapia intensiva tras una cirugía cerebral de emergencia
Aunque la intervención fue exitosa, el mandatario permanece en cuidados intensivos bajo estricta vigilancia médica.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de 79 años, fue sometido a una cirugía tras diagnosticarse una hemorragia intracraneal derivada de un accidente doméstico ocurrido el 19 de octubre. La intervención, realizada en el Hospital Sirio-Libanés de São Paulo, fue considerada exitosa por el equipo médico que lo atendió. Actualmente, el mandatario permanece en cuidados intensivos para un monitoreo exhaustivo de su evolución.
El accidente inicial tuvo lugar en su residencia a finales de octubre, cuando Lula sufrió una caída que le provocó un corte en la nuca, el cual requirió puntos de sutura. En ese momento, los estudios preliminares no detectaron complicaciones adicionales, y el presidente retomó sus actividades bajo observación médica.
Sin embargo, la situación cambió drásticamente el lunes por la noche, cuando Lula experimentó intensos dolores de cabeza. Fue ingresado de urgencia en la unidad del Hospital Sirio-Libanés en Brasilia, donde una resonancia magnética identificó una hemorragia intracraneal. Ante la gravedad del hallazgo, se decidió su traslado a São Paulo, donde se le practicó una craneotomía para drenar el hematoma.
Según un comunicado oficial de la Presidencia de Brasil, la cirugía “se llevó a cabo sin complicaciones” y Lula "se encuentra evolucionando favorablemente". No obstante, el presidente sigue bajo estricta vigilancia en terapia intensiva. Se espera que los médicos emitan un informe detallado en las próximas horas, posiblemente en una conferencia de prensa.
El accidente ya había obligado a Lula a cancelar compromisos internacionales clave, como su asistencia a la cumbre de los BRICS en Rusia. Las recomendaciones médicas habían sido claras: evitar viajes largos y esfuerzos físicos prolongados.
La hospitalización llega en un contexto complejo para su administración, que enfrenta desafíos tanto internos como externos. Lula, reconocido por su energía política y su papel activo en la escena internacional, deberá encontrar un equilibrio entre sus responsabilidades gubernamentales y las indicaciones médicas necesarias para su recuperación completa.
Este episodio pone en relieve la vulnerabilidad de los líderes políticos ante problemas de salud y destaca la importancia de contar con equipos preparados para garantizar la estabilidad en momentos críticos.
