Ajuste en el INTA: ¿Reforma o saqueo libertario?

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se encuentra en el centro de la polémica, por la reforma anunciada por el gobierno de Javier Milei, que bajo el argumento de reducir costos y modernizar el organismo, propone mas de 1500 despidos, la venta de miles de hectáreas, y la eliminación de puestos clave, aunque también la llegada de funcionarios cercanos a las ideas libertarias y la puesta en marcha de un plan de negocios para beneficiar a los grandes grupos exportadores.

Desde su creación en 1956, el INTA ha sido una piedra angular del desarrollo agropecuario en Argentina. Con más de 300 agencias de extensión y 50 estaciones experimentales, su impacto ha sido fundamental en áreas como la biotecnología, el desarrollo de cultivos resistentes, la producción de vacunas y la implementación de sistemas de inteligencia de datos. Sin embargo, este nuevo escenario plantea dudas sobre el futuro de su rol estratégico y muchas de las modificaciones que presentó el vocero presidencial Manuel Adorni, se parecen demasiado al desguace que la entidad ya sufrió en los 90.

Es que además, lejos de tratarse de una simple reestructuración, la reforma parece esconder objetivos más profundos. Según denuncias de trabajadores y especialistas, el gobierno libertario busca hacerse con el control del organismo para colocar funcionarios afines, muchos de ellos vinculados a la Asociación Argentina de Siembra Directa (AAPRESID), una entidad cercana a sectores de la economía concentrada.

El plan incluye, además, la posible tercerización de áreas clave como sistemas, mientras que direcciones estratégicas, como comunicación, vinculación tecnológica y administración, quedarían bajo el control de actores afines al gobierno, seguramente vinculados a la AAPRESID. Este reordenamiento va a limitar la capacidad del INTA para actuar en beneficio de los pequeños y medianos productores, favoreciendo en cambio los intereses de grandes grupos exportadores.

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"Es increíble que estemos discutiendo estas cuestiones cuando el INTA ha hecho tanto por el desarrollo agropecuario y forestal. Reducir personal y vender tierras no es una reforma, es un saqueo que pone en riesgo la misión del organismo", disparó Carlos Paz, ex presidente del INTA, a la vez que recordó que el ente fue creado de manera autárquica para mantenerse al margen de los vaivenes de la política, lo que le permitió alcanzar además prestigio internacional.

La realidad es que para entender el fondo de la iniciativa lanzada por Milei, alcanza con repasar la historia reciente, ya que durante la crisis de fines de los años 90, la institución perdió una generación completa de profesionales capacitados, lo que aún afecta su capacidad operativa, demostrando que las decisiones de corto plazo pueden tener consecuencias irreparables.

De todas maneras vale resaltar que a pesar de las dificultades, el INTA sigue siendo un referente en innovación y sostenibilidad en el desarrollo agropecuaria nacional y proyectos como la creación de variedades de algodón, el desarrollo de bioenergía para pequeños productores y la conservación de humedales, además de la creación de maquinaria para producción a pequeña escala, el diseño de programas de mejoramiento de suelos y mejoras en la eficiencia de la siembra y la cosecha demuestran como su aporte  tiende a favorecer el bienestar de toda la sociedad, multiplicando la oferta productiva, reduciendo costos y mejorando la calidad de los productos.

Por eso es necesario alertar que la reforma del INTA que plantea el gobierno nacional representa más que una discusión presupuestaria, y se trata mas bien de una disputa por el control de un organismo clave para el desarrollo del país, con la graves consecuencias que esto necesariamente va a generar si el ajuste no se realiza con un análisis profundo y respetando los principios que han guiado al INTA durante casi siete décadas.