Mientras se desregula el sector áereo, Flybondi enfrenta un récord de cancelaciones
Flybondi fue posicionada como la sexta aerolínea con más cancelaciones a nivel mundial, acumulando al menos 28 vuelos suspendidos en la última semana ¿La gestión privada no era mejor?
En la última semana, la aerolínea Flybondi canceló al menos 28 vuelos, lo que la posiciona entre las seis aerolíneas con más cancelaciones a nivel mundial. Este triste récord incluye destinos como Bariloche, Iguazú, Salta, Mendoza, Posadas y Santiago del Estero, y refleja una tendencia alarmante que afecta a sus usuarios.
A pesar de no ser la única compañía en al lista, la situación de Flybondi destaca por su persistencia en los inconvenientes operativos, algo que preocupa especialmente cuando se considera el contexto actual en el que el Gobierno Nacional, liderado por Javier Milei, promueve las aerolíneas low-cost, mientras impulsa la privatización de Aerolíneas Argentinas y continúa desregulando áreas clave del sector.
La baja eficiencia de Flynbondi no solo se manifiesta en las cancelaciones, sino también en incidentes como el que ocurrió en la madrugada del último viernes. El vuelo FO 5020, que despegó de Aeroparque con destino a Cördoba, sufrió un desperfecto técnico y debió aterrizar de emergencia en Ezeiza. Voceros de la compañía informaron que el avión se desvió debido a una “novedad técnica” y que el equipo de mantenimiento de la aerolínea realizó las tareas pertinentes antes de continuar con el viaje programado. Sin embargo, los pasajeros expresaron su preocupación y malestar ante este nuevo incidente, que se suma a otros episodios de incertidumbre y falta de información.
A esta situación se le suma la curiosa coincidencia de que Flybondi, en medio de un panorama de ineficiencia operativa, acaba de ocupar el sexto lugar en el ranking mundial de cancelaciones, según el portal especializado FlifhtAware. De no haber sido por las severas nevadas que afectaron a Air France y su filial HOP!, la aerolínea argentina hubiera estado en cuarto lugar. Esta tendencia también se reflejó en Brasil, donde Flybondi fue la única aerolínea con vuelos cancelados visibles en la pantalla del aeropuerto de Río de Janeiro, dejando a los pasajeros con pocas respuestas.
En este contexto, el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, se expresó públicamente sobre la situación. “Cuando no es una excusa por una aeronave rota, cancelan vuelos sin explicar por qué. Esto demuestra una irresponsabilidad muy importante. Juegan todo el tiempo con la necesidad, con la ilusión de la gente. Cansa y en demasía”, comentó. Sastre también mencionó que tuvo una conversación con un representante de la aerolínea en su ciudad, instándolo a tomar decisiones claras. “Tienen que decidir si siguen volando de la manera que corresponde o si buscan otro destino”.
Hace menos de un mes, el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) anunció nuevas asignaciones de posiciones de estacionamiento nocturno en el Aeropuerto Internacional Jorge Newbery, lo que benefició a las aerolíneas low-cost al quitarle la exclusividad a Aerolíneas Argentinas. Ahora, compañías como Flybondi y JetSmart tienen acceso a más posiciones, lo que les permitirá mejorar su acceso a vuelos matutinos, un servicio de alta demanda. Según ORSNA, la medida busca un aprovechamiento más eficiente de la infraestructura, lo que podría beneficiar tanto a las aerolíneas como a los pasajeros.
Sin embargo, esta asignación de más espacio a las aerolíneas low-cost no parece ser un salvavidas para Flybondi, que sigue acumulando problemas operativos. Mientras el gobierno impulsa la privatización de Aerolíneas Argentinas y favorece a las aerolíneas de bajo costo, queda en evidencia que las aerolíneas como Flybondi no están logrando mejorar la calidad del servicio, a pesar de los esfuerzos por transformar el mercado aéreo. La falta de soluciones concretas a los problemas de cancelaciones y fallas operativas continúa afectando a los pasajeros, que se ven cada vez más decepcionados por un servicio que no cumple con sus expectativas.