En una línea, Sileoni desarmó la polémica: "El libro no es obligatorio, no está en la currícula"
El Director de Cultura y Educación de la Provincia, aclaró que los libros de la polémica están destinados a las bibliotecas con acompañamiento docente. Destacó que el contenido de las obras no debe ser visto como un escándalo, sino como una herramienta para abordar temas complejos con los estudiantes.

Alberto Sileoni, director general de Cultura y Educación bonaerense, salió al cruce de las críticas de la vicepresidenta Victoria Villarruel y un sector de la sociedad que denuncian un supuesto intento de "sexualizar" a los estudiantes con la distribución de libros que incluyen escenas explícitas. Sileoni aclaró que se trata de una selección literaria dirigida a bibliotecas escolares y que los textos no están destinados para niños pequeños, sino para estudiantes del nivel secundario y superior, siempre con acompañamiento docente.
La controversia comenzó cuando Villarruel denunció públicamente la distribución de libros como Cometierra, de Dolores Reyes, que incluye una escena de sexo, calificando este material de "nefasto" y pidiendo que fuera retirado de las aulas. En respuesta, Sileoni explicó que las obras forman parte de la colección Identidades Bonaerenses, destinada a enriquecer la oferta bibliográfica en las escuelas secundarias, con el objetivo de tratar temáticas como género, identidad, relaciones interpersonales y derechos humanos.
Aclaración sobre la distribución
Sileoni dejó en claro que estos libros no son parte del currículo escolar ni están destinados a ser entregados directamente a los estudiantes. "No son libros de textos, son libros de una colección que se llama Identidades Bonaerenses, que no van a los estudiantes sino a las bibliotecas", aclaró. Según el funcionario, los textos se distribuyen a las bibliotecas escolares, y no se obligan a leerlos. "No son para niños ni son parte de las currículas", reiteró.
En diálogo con Código Baires, el ministro detalló que estos libros están dirigidos a estudiantes de distintos rangos etarios dentro del nivel secundario: "Hay textos que van para el nivel secundario básico, chicos de 13, 14 y 15 años, y otros que van para el nivel secundario orientado, chicos de 16 a 19 años, porque ya tienen temáticas políticas, relaciones problemáticas, escenas de sexo, vocabulario soez, y todos esos van para los pibes y pibas más grandes". En todos los casos, remarcó, los libros se acompañan de una guía pedagógica que orienta a los docentes.
La polémica sobre Cometierra y el concepto de "pornografía"
Una de las obras que ha generado mayor controversia es Cometierra, de Dolores Reyes, un libro multipremiado que incluye una breve escena de sexo consensuado. "Cometierra es un libro de 173 carillas, multipremiado y traducido a más de 10 idiomas, y sí, tiene una carilla con una escena de sexo consentido y no es más que eso para el terrible escándalo que armaron", defendió Sileoni. Según el ministro, catalogar este libro como pornográfico es un error. "No es un libro pornográfico como algunos dijeron. La pornografía tiene un solo cometido que es provocar la excitación sexual, esto es una obra literaria", explicó.
Además, comparó la situación con otras polémicas internacionales, mencionando que en algunos estados de Estados Unidos están prohibiendo libros de autores reconocidos como Isabel Allende o Gabriel García Márquez. "¿Es ese el camino que queremos llevar adelante?", se preguntó.
La educación sexual integral y su impacto
Sileoni aprovechó la oportunidad para defender la Educación Sexual Integral (ESI) vigente en la provincia, un pilar central del programa educativo. "Nosotros creemos que el arte propone una mirada desde otro lugar, que permite muchas veces nombrar cosas que para los chicos es difícil", indicó. En su opinión, estas obras literarias, aunque puedan tratar temas complejos, sirven para abrir espacios de reflexión y diálogo con los estudiantes sobre temas como la sexualidad, las relaciones y la intimidad.
El ministro también destacó el impacto positivo de la educación sexual en la prevención del embarazo no intencional y la violencia intrafamiliar. "Está claro que la Educación Sexual Integral previene el embarazo no intencional, demostrado por cifras del INDEC", dijo Sileoni. Recordó que en 2010, el 13% de las chicas de 15 a 19 años quedaban embarazadas sin haberlo planeado, mientras que en 2022 esa cifra descendió al 6%, un dato que, según Sileoni, es el resultado de programas de ESI y otros proyectos educativos.
Además, agregó que la educación sexual "previene la violencia y previene el abuso intrafamiliar", citando datos de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, que apoya esta afirmación.
Para Sileoni, el verdadero objetivo de la escuela es acompañar y respetar a los estudiantes tal como son, sin imponerles ninguna ideología. "Nosotros no enseñamos tempranamente conceptos complejos, no alentamos la hipersexualidad, no negamos la diferencia entre hombre y mujer, no enseñamos prácticas sexuales, no alentamos a la homosexualidad o la transexualidad como tantas barbaridades se dicen", explicó. "Lo que hace la escuela es abrazarte como sos: no te pregunta, no te juzga", dijo, destacando que esa es una diferencia fundamental que a algunos sectores parece molestar.
Silioni lo dejó mudo a Feinmann.
— Sergio Villone (@sergioVillone) November 11, 2024
Cosas que te pasan cuando querés armar escándalos de forma barata. pic.twitter.com/8grRRnsOIp
La política detrás de las críticas
El funcionario también apuntó a una motivación política detrás de las críticas, sugiriendo que hay un intento de "volver a una Argentina más regresiva". "Dentro de todo esto está a la vista una necesidad de pegarle al gobierno de la Provincia de Buenos Aires", señaló, sugiriendo que la polémica forma parte de una estrategia más amplia para cuestionar el rumbo que ha tomado la administración provincial, liderada por Axel Kicillof.
Sileoni apuntó que este tipo de críticas forman parte de una agenda política más amplia que busca cuestionar no solo la educación pública, sino también otros aspectos del debate político y social, como la diversidad y la memoria histórica. "Ir a visitar a Astiz es romper el pacto del Nunca Más", declaró, en referencia a visitas recientes de ciertos sectores a figuras vinculadas a la dictadura militar. "Ayer Argentina fue el único país en votar en contra de las diversidades de los pueblos aborígenes, volver a decir Día de la Raza... Todos esos son jalones de un intento de volver a una Argentina más regresiva", afirmó.
En resumen, Sileoni defendió el Plan de Lecturas Bonaerenses y la Educación Sexual Integral como herramientas clave para un abordaje respetuoso y responsable de los temas complejos que los jóvenes enfrentan, subrayando que la escuela debe ser un espacio de apertura, reflexión y apoyo, no de censura.