Daniel Arroyo: "Los DNU no pueden conventirse en una herramienta de ajuste constante"
El diputado de UxP criticó el uso abusivo de los decretos y vetos por parte del Gobierno, advirtiendo sobre los riesgos para la democracia. Además, señaló que el presupuesto de ajuste de 2025 y el creciente endeudamiento de las familias son los mayores desafíos que enfrenta la sociedad argentina.

El diputado nacional de Unión por la Patria, Daniel Arroyo, abordó temas clave del actual contexto político y económico de Argentina, con un enfoque particular en el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Gobierno Nacional. Arroyo no solo criticó las medidas presidenciales, sino que también planteó propuestas para frenar lo que considera un abuso del Ejecutivo en detrimento de la democracia y la estabilidad económica.
Uno de los puntos centrales de la entrevista fue el uso excesivo de los decretos y los vetos por parte del Gobierno. Arroyo afirmó que la herramienta del DNU, aunque legítima en situaciones de emergencia, ha sido mal utilizada. "El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) es una cosa que está bien, tiene sentido si es que hay un temporal, una emergencia climática, si el Gobierno tiene que atender determinadas situaciones para poder hacerlo rápidamente y de manera urgente", expresó el diputado. Sin embargo, advirtió que lo que ha sucedido es un abuso del poder presidencial.
"Nosotros en el Congreso hacemos leyes, votamos en la Cámara de Diputados, en la de Senadores... el Gobierno lo veta, y luego tiene 1/3 de la Cámara de Diputados, lo que se llaman los 84/85 héroes, mantiene el veto", explicó Arroyo, refiriéndose al uso del veto presidencial para frenar iniciativas aprobadas por el Congreso.
En relación a los DNU, Arroyo también destacó un cambio en la naturaleza de estas normativas, que han dejado de ser solo de emergencia para convertirse en herramientas que "desregulan y cambian la vida en su conjunto". Según el legislador, los decretos deberían ser revisados por el Congreso para que tengan validez a largo plazo. "Lo que estamos planteando y para eso la sesión de mañana, que sea al revés, que si el Gobierno hace un decreto, efectivamente entra en vigencia, y que lo que es para mantenerse tenga el Congreso que tratarlo sí o sí, entre 60 y 90 días, si lo ratifica continúa efectivamente el Decreto y sino se cae", explicó sobre una propuesta que será debatida en el Congreso en los próximos días.
El abuso en el uso de los decretos
En diálogo con Código Baires, Arroyo citó el caso del DNU 70/2023, que incluyó disposiciones que a su juicio no eran urgentes ni necesarias, como la inclusión de las Sociedades Anónimas Deportivas. "El primer decreto planteado por el Gobierno, el famoso 70/2023 incorporaba por ejemplo el tema de las Sociedades Anónimas Deportivas. En el medio de un decreto de un montón de cosas, decía 'y ahora los clubes pueden ser sociedades anónimas deportivas'... Más allá de lo que cada uno piensa sobre eso, y yo por ejemplo estoy en contra del concepto, está claro que no hay ninguna necesidad y urgencia para apenas haber asumido en diciembre, sumar eso a un decreto", argumentó el diputado.
Para Arroyo, lo racional sería que el Congreso tuviera la facultad de ratificar los decretos dentro de un plazo determinado. "Eso tiene que tener un debate y una ley, y es solo un ejemplo de cómo el Gobierno abusó absolutamente del Decreto", concluyó.
El presupuesto 2025 en la mira
Otro tema de preocupación para Arroyo es el presupuesto de 2025, que, según su diagnóstico, refleja un ajuste considerable en áreas clave como la educación y la asistencia social. "El presupuesto de ajuste, es absurdo, achica 40% las partidas en educación, achica hasta en educación técnica, en discapacidad hay un recorte brutal", señaló. Además, criticó que, a pesar del aumento en algunos programas sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, las otras partidas sociales se recorten drásticamente. "Votarlo sería ridículo porque es un Presupuesto de absoluto ajuste, no puedo votar algo así", dijo enfáticamente.
Sin embargo, Arroyo también reconoció que no tener un presupuesto aprobado puede ser igualmente problemático, ya que conduciría a una prórroga del presupuesto anterior y a una gestión de los recursos sin planificación ni control parlamentario. "Este año no tuvo presupuesto, las partidas las maneja a discrecionalidad; el próximo año, con un presupuesto que se hizo en septiembre de 2022, los ministerios se gastarían todo su presupuesto a los 30 días y de ahí en más sería la discrecionalidad absoluta", alertó.
El diputado nacional también describió una serie de fenómenos sociales que afectan principalmente a los sectores más vulnerables de la sociedad. "Hay tres situaciones en los sectores populares. La primera y la más determinante es el endeudamiento de las familias, realmente la plata no alcanza y las familias entre alimentos, transporte y servicios básicos, gastan mucho más de lo que ingresa, y se están endeudando a más del 500% de interés anual", explicó Arroyo. Aseguró que muchas personas ni siquiera saben cuánto deben debido a la sobrecarga de deudas que enfrentan.
El segundo fenómeno que Arroyo señaló es el de la "implosión social", un proceso en el que las personas, en lugar de protestar abiertamente, están "reventando para adentro". "Está agobiada, cansada y pensando todo el tiempo en que la pasa mal. No hay explosión, protestas generalizadas sino más bien reventar para adentro, una implosión, y eso genera violencia cotidiana", indicó el legislador, destacando los efectos de la crisis económica y social en la salud mental y emocional de las personas.
Por último, Arroyo advirtió sobre la "caída clara de la clase media a una nueva pobreza". En este contexto, señaló que la mayoría de los argentinos desea que al Gobierno le vaya bien, pero la falta de resultados tangibles genera desilusión y desconcierto. "La gente quiere que al Gobierno le vaya bien, pero siente que la está pasando muy mal y no le queda claro si esto va a ser así siempre o algo va a cambiar", concluyó.
A lo largo de la conversación, Arroyo enfatizó que, en una democracia, las reglas deben ser claras y respetadas. "La democracia tiene reglas. Una cosa es que haya una emergencia en un lugar por lo que se deba acudir a un Decreto de Necesidad y Urgencia que es razonable, y otra cosa es vivir haciendo decretos y transformando la vida de los argentinos como a uno se le ocurre mediante decretos", afirmó, dejando en claro su postura crítica frente al abuso de los poderes ejecutivos y legislativos.
Finalmente, Arroyo hizo un llamado a la racionalidad en el manejo de las políticas públicas y en el abordaje de la crisis económica y social que enfrenta el país. "Ojalá vayamos por la racionalidad y no entremos en un debate jurídico acerca de si se puede, no se puede, si es ley, si se puede vetar una ley que trata sobre el veto, porque sería toda una discusión absurda", concluyó.