Osuna: "Los gobiernos autoritarios tuvieron buenos momentos, pero siempre terminaron mal"
El intendente de General Las Heras, analizó la crítica situación que enfrenta su municipio, marcada por el aumento de la pobreza y el desempleo. En su opinión, “lo más saludable sería ordenar las cosas gradualmente para que nadie quede fuera del mapa social”.
El intendente de General Las Heras, Javier Osuna, abordó la compleja situación que atraviesa su municipio y la provincia de Buenos Aires. Osuna no dudó en calificar este año como “bastante complejo, por no decir muy complejo”, destacando que “pasamos a una administración nacional que se ha desprendido de la atención de algunas situaciones que para nosotros son fundamentales”.
Uno de los puntos críticos que mencionó fue la “interrupción de la obra pública”, así como “la interrupción de los programas de caracteres social que realizamos en territorio y que tienen que ver con la prevención en salud, con la asistencia social”. Esto llevó a que “cada familia de Las Heras, como cualquier familia bonaerense, esté recibiendo una factura de luz que poco tiene que ver con el crecimiento de su salario”. En este contexto, el intendente remarcó la creciente necesidad de apoyo estatal: “lo que se empieza a sentir es que muchas familias que antes no necesitaban una cobertura o una ayuda estatal, ahora la necesitan”.
En diálogo con Código Baires, Osuna describió la realidad económica de su comunidad: “Nosotros somos un municipio de casi 20 mil habitantes, donde más del 90% es de clase media. Un trabajador, aunque esté bien en su salario y cobra alrededor de 1 millón y medio, 2 millones de pesos, cuando te llega una factura de luz de 300 mil pesos, ves que solo la luz te saca el 10% del sueldo”. Esto se traduce en un aumento de la demanda de asistencia municipal, que, según el intendente, se encuentra en la primera línea de atención. “Es muy doloroso para nosotros cuando no podemos dar una solución porque acá cada problema tiene nombre, apellido y dirección”, lamentó.
La administración actual y sus políticas económicas fueron objeto de críticas contundentes por parte de Osuna. “Lo que yo más critico no es el ir a un sistema donde los números cierren porque eso lo hacemos todos los días en los municipios. Nosotros no podemos emitir moneda, no somos sujetos de créditos internacionales”. En cambio, el intendente expresó su preocupación por “la velocidad de algunos cambios y el desamparo desde el punto de vista humano” que impactaron a la población. “Creo que ordenar las cosas gradualmente, intentando que nadie se caiga del mapa social, sería lo más saludable”, sugirió.
"Lamentablemente, en el Gobierno de Macri la palabra de gradualismo se echó a perder, entonces hoy pareciera que tomar la medida gradual es mala palabra, cuando que lo haya echo mal Macri no significa que la palabra en sí sea un pecado. Ordenar las cosas gradualmente sería lo más saludable", añadió.
Osuna también se mostró alarmado por el aumento del desempleo en la región. “Empezamos a ver muy, muy fuerte, sobre todo en estos últimos 30 días, la aparición de personas buscando trabajo porque se han quedado sin empleo”. Narró un caso específico: “una empresa de acá de General Las Heras, vinculada con el tema del agro, dejó más de 20 trabajadores en la calle de un día para el otro”. La razón detrás de esto, según Osuna, radica en que “las reglas que han establecido hacen inviable una producción a nivel nacional”.
Al respecto, completó: "Por eso estamos atentos y viendo de qué manera nos preparamos para un escenario nuevo, que ojalá, y lo digo de todo corazón, seamos nosotros los equivocados, esto sea un repunte y el país vuellva a crecer, pero cuesta creerlo".
El intendente reflexionó sobre el valor de la democracia en el contexto de la violencia política y social que se está manifestando. “La violencia no es solamente matarnos a palos en una esquina; tiene que ver con el lenguaje, la forma de encarar las cosas, cómo dialogamos”. Para él, es fundamental que “la enorme mayoría de los herenses y los bonaerenses del interior no quiere más estos rasgos de violencia que se expresan desde el Gobierno”.
En relación a los programas de asistencia social, Osuna destacó que “este ajuste se apoyó muy fuerte en los más vulnerables”. Mencionó un proyecto en curso: “en mi caso, tengo un Centro de Desarrollo Infantil que está en un 92% realizado, no es una obra nueva, y para lo que es el presupuesto nacional, con muy poquito se terminaba y le dábamos a 30 o 40 familias la solución de poder contar con una herramienta fundamental”. Sin embargo, se mostró pesimista ante la posibilidad de concluir este proyecto, afirmando que “se desistió y veremos si con el Gobernador tenemos la suerte de terminarlo”.
"Son obras que el sector privado no va a hacer, a lo sumo invertirán en una autopista si te pueden cobrar bien el peaje, pero no va a hacer un centro de desarrollo infantil. Es un rasgo que roza una mirada poco humanista que todo partido político tiene que tener, sea de izquierda o de derecha", agragó.
Asimismo, Osuna se mostró crítico de la nueva clase política. “Hoy aparecen unos personajes en la Cámara de Diputados que poco tienen que ver con la actividad que uno desea. Son gente que se han destacado por las redes sociales, que le encontraron la vuelta a la tecnología y que se animan a decir barbaridades increíbles”. Esto, para él, representa un peligro: “las instituciones quedan desatadas y los controles no funcionan, termina mal, como ha terminado siempre”.
Finalmente, el intendente concluyó con un llamado a la reflexión sobre el rumbo actual del país: “Hasta las peores dictaduras tuvieron buenos momentos, pero no terminan bien. No considero que esto sea una dictadura porque fue elegido por el pueblo, pero aún los gobiernos más autoritarios tuvieron buenos momentos, pero siempre terminaron mal".