Benasayag: "Milei representa el mundo del funcionamiento al que no le interesan los humanos"
¿En qué se vinculan las tecnologías digitales, la IA y el fortalecimiento de la ultraderecha con exponentes como Javier Milei? El ensayista Miguel Benasayag, autor del libro “La inteligencia artificial no piensa, el cerebro tampoco” analiza este contexto y advierte sobre sus peligros en esta nota con CódigoBAIRES.

Investigador en neurofisiología, estudioso de la cultura oriental, ex militante del PRT-ERP, exiliado en Francia en la dictadura, autor de numerosos libros que conectan biología y tecnología; el filósofo y psicoanalista Miguel Benasayag tiene la particularidad de explicar de forma original temas urgentes como la "colonización" del algoritmo, la crisis de la sociedad occidental y el auge de las nuevas derechas. En diálogo con CódigoBAIRES, y a días de presentar en Capital Federal su última obra, Contraofensiva, el escritor e investigador analizó el fenómeno de Javier Milei y advirtió sobre el peligro que conlleva no entender su complejidad. En esta nota compartimos la primera parte de la entrevista.
¿Cómo relaciona su concepto de colonización algorítmica, y la consecuente digitalización de las experiencias y el mundo, con el surgimiento y triunfo de las nuevas derechas a nivel global y en particular de Javier Milei?
El vínculo del mundo digital o algorítmico con el capitalismo neolibaeral más salvaje es evidente. Eso no quiere decir que no pueda haber otra utilización política del mundo digital, pero por el momento está al servicio del mundo neoliberal. Por ejemplo, hoy hay muchos gobiernos de derecha dura, estilo Milei, de hecho hace poco ganó la extrema derecha casi neonazi en Austria, en la patria de Hitler.
Por eso hay que pensar a Milei en dos ejes, uno local y otro más general. En el eje general, Milei, más allá de sus exabruptos e insultos y de ese populismo de lo más barato, es en realidad un elemento más, un peón dentro de la gran ofensiva neolibertal que tiene que borrar todos los límites y no encontrar ningún tipo de freno y frontera que pare su avance. Eso está claro, porque hablaba mal de China y ahora está arrodillado ante ellos. Así que él es un sinfronteras absoluto, ya que en su concepción nada tiene que frenar el avance del neoliberalismo y esta colonización tecnológica que desterritorializa todo.
En lo particular de Argentina, Milei ha desarmado todo el tablero. Durante un tiempo mucha gente pensó que era tan insustancial que quien iba a gobernar sería Macri, pero ahora nos damos cuenta que no. Y eso es porque Macri es todavía demasiado territorializado. Así que Milei se convirtió en la carta del Banco Mundial y los grandes grupos económicos y financieros. El problema es qué podemos oponerle.
En una entrevista reciente afirmaba que nuestro Presidente responde a la lógica del funcionamiento, de la mano de la máquina, porque niega la existencia, las singularidades y la territorialización. ¿A qué se refiere con eso?
Sabemos que nuestro mundo vive una crisis enorme, que es la crisis final de occidente. Tal como se formó ese occidente - que era capitalista y colonialista - pero que ponía en el medio del dispositivo al hombre en sentido general, el antropocentrismo - ese mundo estalló y no funciona más. En cambio, el mundo que Milei representa es ese donde no se habla de antropocentrismo, porque el hombre no aparece. En ese mundo el ser humano dejó de ser sujeto de la historia.
Lo que hay actualmente es un mundo del puro funcionamiento en el que lo humano y lo vivo, en general, están desplazados del centro. Esa es la fuerza de Milei y aquellos similares a él, ‘sirven’ y representan la novedad. Son parte de un post occidente que no tiene ni siquiera que mentir diciendo ‘me preocupa el pueblo o la gente’, ya que lo único que le preocupa es el funcionamiento.
Entonces hay una virtualización total de la vida donde la macroeconomía es todo y Milei se corresponde con esa naturalización de la macroeconomía que es el nuevo norte. Lo grave es que nos va a costar darnos cuenta que no es un accidente que quede mucha gente de lado, muera o vaya a la pobreza total. Milei representa este nuevo paradigma donde lo humano y lo vivo no cuentan.
Ese sentido, entre comillas, es el gran secreto de todos los poderosos del mundo, que saben que no habrá para todo el mundo. No habrá agua potable, comida suficiente, medicamentos, tierras arables; esta es la crisis del antropoceno, y es tan grande que los poderosos buscan que haya una macro purga.
Milei es el representante de esta novedad, por eso su potencia, porque está muy sincronía con este nuevo mundo que no es el de los capitalistas o empresarios, quienes sí tenían que dar la imagen de que les interesaban los seres humanos y el pueblo. Eso se acabó, lo que interesa es un puro funcionamiento de manera descarada y abierta.
Cuando se conoció la última cifra de la pobreza del INDEC, Milei no le dio relevancia y ensayó un tipo de respuesta, que ya es parte de su narrativa; instaló una mentira, dijo que el índice estaba bajando. Con ello quedó claro que para que su mundo ideal funcione hay personas que sobran…
Claro, es una cuestión de ‘sobrenumerios’, cuando está entusiasmado él no tiene problemas para decir abiertamente 'me importa un rábano la gente, acá hay un sobrenumerario’. Y es que su entusiasmo radica en que se da cuenta que el paradigma que representa funciona bien; y eso es una trampa para los economicistas porque dicen 'hay ciertas coordenadas que van bien' cuando el conflicto radica en que todas esas coordenadas macroeconómicas no tienen nada que ver con la vida real.
Eso es un cambio de paradigma. Hoy tenemos una máquina nueva a nivel mundial con formas regionales diferentes. En esta máquina, lo vivo es recurso humano o recurso vivo. Ya no hay más hombres, mujeres, vacas, ríos; todo es en función de la finanzas y la macroeconomía abstracta.
Más allá de la multicausalidad a la hora de pensar los motivos del voto a Javier Milei; en su triunfo ¿qué papel jugaron el uso masivo e intenso de las IAs y las nuevas tecnologías y sus consecuencias en el cerebro y la cultura?
La vinculación, pensada seriamente, no es lineal, no implica una relación causa y efecto, porque establecer causas neurofisiológicas al voto sería un sofisma absoluto. Pero sí es cierto algo que es más profundo y más grave y que definimos como ‘colonización algorítmica’. Con ese concepto nos referimos a esta delegación de las funciones cerebrales y culturales hacia la inteligencia artificial que debilita las capacidades de pensar y razonar.
Nosotros lo vemos como un problema en la educación, porque los chicos no soportan la frustración, tomarse un tiempo, aburrirse; en resumen, no toleran aceptar el vacío. Y tomar un tiempo, aburrirse y aceptar el vacío son las condiciones para un pensamiento complejo.
Entonces podemos decir, de una manera no simplista, que una política demasiado compleja en la que un candidato explique y dé un programa con una visión de mundo y patria será un problema para estos cerebros cada vez más acostumbrados a un pensamiento binario de sí - no.
Por eso hablamos de colonialismo, porque es un binarismo, es si - no e instantáneo; y a los Milei, los fascistas austriacos, italianos o franceses y los Bolsonaro, esos candidatos de la grosería, esto les va muy bien. A esa instantaneidad como funcionamiento, nuestros cerebros están cada vez más acostumbrados.
Y es ahí donde hay que resistir, dando la posibilidad de un pensamiento y de prácticas complejas, evitando el si - no; porque nosotros no tenemos que utilizar las mismas armas, que son el odio y la cosa fácil. Tenemos que reivindicar lo complejo y lo profundo, aunque sea algo difícil, hay que recomenzar desde abajo. Si no, seguir instintivamente este devenir del mundo de la IA y las nuevas tecnologías va en el peor de los sentidos.
Miguel Benasayag presentará su último libro "Contraofensiva. Actuar y resistir en la complejidad" escrito con Bastien Cany y otros investigadores militantes de Argentina, Uruguay, Brasil e Italia, este sábado en Editorial Prometeo (Pringles 521, Almagro, CABA), a las 18 horas.