Por la crisis, dos grandes empresas frenaron la producción de camionetas
Con una caída en los patentamientos y el impacto de recortes en transferencias del gobierno, las empresas del sector anticipan una difícil recuperación en el corto plazo.
La provincia de Córdoba enfrenta una crisis significativa debido al derrumbe del consumo, lo que se refleja en la situación de grandes empresas del sector automotriz. Uno de los ejemplos es la automotriz japonesa Nissan, que decidió paralizar por tres semanas la producción de su pick up Frontier. Esta decisión responde a la caída en los mercados de exportación, un factor crítico para la compañía, que produce la Frontier en la planta de Renault en Santa Isabel. Además, la Renault Alaskan, que se fabrica en la misma línea, también experimentará un freno en su producción.
El gobernador Martín Llaryora señaló que la crisis se agrava por los recortes en las transferencias discrecionales del presidente Javier Milei, lo que ha tenido un impacto considerable en el sector automotriz debido a la recesión en el mercado interno. Actualmente, la Frontier se exporta a Brasil, Colombia y Chile, representando aproximadamente el 50% de la producción total en Argentina.
En un comunicado, Renault explicó que la parada en la producción “es una parada programada en la planificación anual en función de la demanda”, sin mencionar específicamente la cuestión de las exportaciones. La decisión se fundamenta en que las pick-ups se venden exclusivamente en el mercado argentino. A pesar de que la empresa había anunciado una inversión de 350 millones dólares, esta fue suspendida debido a la crisis económica que atraviesa tanto la provincia como el país.
Desde las empresas se indicó que la producción en la línea de pick-ups está prevista para retomar durante la segunda quincena de octubre. Según los datos proporcionados por Acara, la asociación de concesionarios, en los primeros ocho meses del año Nissan patentó 8.456 unidades de la Frontier y Renault, 1.335 de la Alaskan. Estas cifras representan una disminución del 46,8% y 41,9%, respectivamente, en comparación con el mismo período de 2023. Esta caída en los patentamientos de pick-ups se produce en un contexto de retroceso generalizado en casi todos los modelos producidos en el país.
La apertura de las importaciones y el aumento de la oferta de vehículos, incluyendo sedanes, SUVs y pick-ups compactas, impactó de lleno en las ventas de la Toyota Hilux, líder del segmento, que registró una caída del 10,7% en los primeros ocho meses de 2024. Por su parte, la Ford Ranger registró una disminución más moderada del 3,5%, impulsada por el lanzamiento de una nueva versión que tuvo buena aceptación en el mercado. Sin embargo, la Volkswagen Amarok fue la que más perdió en ventas entre los tres principales competidores en el segmento de pick-ups medianas, con un descenso del 42,2%