El Presupuesto 2025 destina la cifra más baja de la historia a la protección forestal
La ley de leyes presentada días atrás por el presidente Javier Milei asigna sólo un 2,5% de los recursos que el Estado debería poner a disposición según la Ley de Bosques, creada para disminuir la deforestación y sus consecuencias.
Entre las repercusiones que provocó la presentación de Javier Milei en el Congreso nacional para informar el Presupuesto 2025, con un plan marcado por lógicas de ajuste con el objetivo de alcanzar el "déficit cero", se suma la preocupación manifestada por la escasa suma de recursos que se destinarán a la protección ambiental.
A través de un comunicado, la Fundación Vida Silvestre hizo hincapié en la falta de fondos para la protección de los bosques nativos que se prevé en el proyecto económico del Gobierno nacional.
Según el documento presentado el domingo pasado, Milei destinará una partida de $9.090 millones para el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y Conservación de los Bosques Nativos y $909 millones al Programa Nacional de Protección de los Bosques Nativos, suma que corresponde únicamente al 2,5% de lo que debería asignarse por lo dispuesto en la Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos (26.331).
La normativa, que fue sancionada en 2007 para planificar el uso responsable de estos ecosistemas y frenar el desmonte, establece que debe contemplarse una partida del 0,3% del Prespuesto nacional a la conservación natural. Esta cifra, con un presupuesto total para 2025 de $117.554 billones, debería ser de más de $352 mil millones.
"Con más de 53 millones de hectáreas de bosques en Argentina, es imposible mantenerlos con un presupuesto de $9 mil millones al año. En definitiva, estamos pensando que $170 alcanzan para cuidar una hectárea de bosque un año completo, un aproximado de $15 mensuales por hectárea. Lo que venimos pidiendo año tras año es que se cumpla la Ley de manera correcta. Sin el adecuado estímulo financiero, las provincias se ven imposibilitadas de fortalecer su capacidad de fiscalización, control y vigilancia" explicó Manuel Jaramillo, director general de la entidad.
Cabe destacar que los terrenos forestales son esenciales para la regulación de los ecosistemas nativos, ya que contribuyen a la mitigación y adaptación al cambio climático, facilitan la regulación hídrica, son hábitat de miles de especies, dan sustento a la vida de comunidades locales y contribuyen a la seguridad alimentaria y el desarrollo económico.
Actualmente, las principales amenazas para los bosques argentinos, en su mayoría concentrados en el norte del país, son los incendios y el avance de la actividad agropecuaria con monocultivos transgénicos. La pérdida de bosques conlleva problemas socioambientales, con impacto tanto en la salud de personas como de otras especies que, en ocasiones, pueden llegar a ser irreversibles.
