La realidad de la distribución de energía en La Plata: Problemas históricos y actuales
En una nueva edición de Cuadros Técnicos, Leonardo Di Lorenzo, destacó cómo la infraestructura envejecida y las limitaciones tarifarias continúan afectando tanto a grandes edificios como a viviendas unifamiliares en la región.
En una nueva edición de la columna Cuadros Técnicos, Leonardo Di Lorenzo se adentró en las problemáticas históricas y actuales de la distribución eléctrica en la ciudad de La Plata, destacando la evolución de los servicios y las dificultades persistentes que enfrentan los ciudadanos.
Uno de los temas centrales de la columna es la situación de los edificios en la ciudad de las diagonales, donde los pilares de luz en las veredas no siempre están alineados con las líneas municipales. Di Lorenzo explicó: “Tenemos una cantidad de edificios en la Ciudad de La Plata, que pueden ver en las veredas, con un montón de pilares de luz que no están de la línea municipal para adentro”. Este problema genera que en muchos casos, “uno tendría que tener, si tiene 20 unidades funcionales, 20 medidores”, sin embargo, “la prestataria dice ‘no me alcanza la energía para darle a este edificio’”.
Di Lorenzo señaló una de las principales dificultades: los edificios grandes suelen tener un único medidor para todos sus departamentos, lo que implica que “están pagando la luz dividiendo el consumo total de ese edificio entre todos los que están ahí”. Esta situación lleva a una tarifa promedio que no siempre refleja el consumo real de cada residente, creando un “círculo vicioso” donde “el usuario, dueño de ese departamento que lo compró de buena fe, termina pagando una tarifa que no es la que quizás consuma él”.
Di Lorenzo también abordó las cuestiones prácticas relacionadas con la infraestructura y el acceso a los medidores. En casos donde no hay suficiente factibilidad para proporcionar energía a nuevos edificios, Edelap exige que se construya una estación en el terreno, la cual "suele medir un metro por un metro". Además, las dificultades para acceder a los medidores se ven reflejadas en la necesidad de tener una llave para acceder a los porteros, un sistema que considera obsoleto: "Hay que solucionar esas cosas con la tecnología que tenemos ahora".
Para concluir, Di Lorenzo se refirió a los desafíos que persisten fuera del casco urbano de La Plata. "Saliendo del Casco Urbano seguimos con la misma prestataria pero los inconvenientes son diferentes", explica. En las viviendas unifamiliares, donde la construcción se limita a tres niveles, "es mucho más fácil el control y tiene cada uno su medidor y no habría ningún problema".
Sin embargo, advirtió sobre un problema persistente relacionado con la tensión. "Una vez que nos empezamos a alejar, los cables siguen siendo de los primeros que se instalaron", apunta, señalando que la "excusa de la prestataria es que como no le dejan subir la tarifa lo necesario no puede haber inversión y por eso se dejan los cables que están". Esto lleva a que, si un cable que antes abastecía a cinco casas ahora cubre veinte, "la gente pone elevador de tensión, pero sirve siempre y cuando otro no lo haga".