Inflación y política cambiaria: La compleja ruta para estabilizar la economía argentina
El economista Camilo Tiscornia analizó las tensiones económicas y políticas que enfrenta Argentina, destacando la dificultad del gobierno para implementar medidas efectivas debido a la debilidad que presenta en el Congreso.
El economista Camilo Tiscornia abordó la compleja situación económica de Argentina, señalando las tensiones y desafíos que enfrenta el gobierno en su intento de estabilizar la economía del país. Según Tiscornia, “hay una tensión que muestra varias cosas y en varias dimensiones” y destacó cómo esta situación refleja la debilidad política del gobierno.
El economista explicó que, desde el punto de vista económico, la debilidad en el Congreso complica la generación de confianza en el gobierno. “Cuesta generar confianza en un Gobierno que tiene un discurso muy atractivo para los inversores, pero le cuesta implementar ciertas cosas”, comentó Tiscornia. Además, criticó la falta de responsabilidad en la administración fiscal, afirmando que “el Gobierno queda un poco en la soledad en cuanto a la responsabilidad por mantener el equilibrio fiscal”.
En diálogo con Código Baires, Tiscornia mostró una postura ambigua en otrno a la Ley de Movilidad Jubilatoria, vetada por Javier Milei: “Me parece que en un contexto como el argentino en el que el Congreso no explicita cómo financiar eso, me parece que es una absoluta irresponsabilidad y devela o ignorancia, o un juego político que es sumamente para la imagen que el país tiene que construir”. Asimismo, añadió: "Lo lógico sería que si le vamos a dar más a los jubilados, digamos de dónde se sacarán los recursos".
En cuanto a las medidas urgentes que el gobierno tomó, el economista reconoció que son necesarias, pero cuestionó la estrategia: “El Gobierno tiene una estrategia de negociación muy dura, se planta en un punto, una situación extrema y de allí empieza a negociar. En algún punto uno podría pensar que no está del todo mal, porque si arrancás desde una posición mucho más liviana, como encima no tiene el poder para pasar el Congrseo, tendría que entregar tanto que terminaría licuando todo lo que quisiera pasar".
En cuanto a la política cambiaria, Tiscornia analizó el temor del gobierno a una devaluación: “El Gobierno quiere evitar el escenario de devaluación a toda costa” y criticó el Cepo cambiario, aunque lo consideró un mal necesario para mantener el tipo de cambio. “Es discutible absolutamente si es conveniente pagar los costos que el cepo implica para seguir con la política de mover el dólar al 2%. Si creo que el Gobierno le tiene miedo a ese escenario y está analizando como no llegar al escenario de devaluación”, comentó.
Sobre la posibilidad de una dolarización, Tiscornia fue claro: “La dolarización era imposible de implementar y la mayoría de los economistas lo dijimos en el momento de la campaña, cuando Milei como candidato lo planteaba decíamos que era imposible, no había dólares”. En su lugar, el gobierno está intentando mantener la moneda nacional con una política "más estándar", mientras fomenta transacciones en dólares para “hacer la famosa competencia de las monedas”.
Respecto al blanqueo de capitales, Tiscornia destacó que “es una oportunidad interesante para blanquear algunos montos” y mencionó que el gobierno está considerando “implementaría ciertas tarjetas de débito para poder hacer compras con esos dólares”.
Finalmente, Tiscornia analizó el proceso de lucha contra la inflación, comparándolo con el ejemplo de la convertibilidad en Argentina en 1991, que logró reducir la inflación rápidamente pero con problemas posteriores. El economista explicó que “el Gobierno está intentando otro enfoque por la vía del control del tipo de cambio y un ajuste fiscal bastante fuerte”, lo que hace que la reducción de la inflación sea más lenta. Aunque reconoce que la inflación sigue siendo alta, Tiscornia cree que, “anclándose en la parte fiscal, hay posibilidades de que la inflación siga bajando”, aunque advierte que la disminución no será rápida debido a ajustes pendientes y la inercia inflacionaria.
Además, Tiscornia destacó que “el proceso no será lineal y perfecto”, y anticipó que “agosto será muy parecido a julio”, debido a las tendencias actuales. A pesar de las elevadas tasas de inflación, que en el pasado llegaron al 3 o 4% mensual, el economista observa que “los factores que hacen al futuro que eso están mejor posicionados que en el pasado”. A pesar de las preocupaciones sobre una posible devaluación, Tiscornia opinó que “la magnitud del salto sería menor que en el pasado” y que las consecuencias inflacionarias serían más acotadas gracias al equilibrio fiscal, señalando que el mercado financiero empieza a confiar en la capacidad del Gobierno para manejar la situación.