Buscan al ex diputado libertario pedófilo que se habría fugado a Brasil

El ex diputado provincial misionero Germán Kiczka, acusado de formar parte de una red de pedofilia y actualmente prófugo, es intensamente buscado en la provincia de Misiones. Este jueves, la Legislatura de Misiones aprobó de manera unánime el desafuero de Kiczka, miembro del partido Activar que respaldó a Javier Milei. Sin embargo, Kiczka no estuvo presente en la sesión. Paralelamente, la Justicia también busca a su hermano Sebastián, quien se encuentra en la misma situación de fuga.

El juez en lo Penal N°4 de Apóstoles, Miguel Faria, informó a los medios que "se allanó su vivienda y no fue hallado. Está prófugo". A pesar de que no hay registros de salida del país en la Oficina de Migraciones, los investigadores sospechan que el ex legislador podría estar en el extranjero, posiblemente cruzando alguna frontera de manera ilegal.

La investigación, iniciada en Estados Unidos meses atrás, llevó a las autoridades especializadas en cibercrimen a encontrar en dispositivos de Kiczka material comprometedor que incluía imágenes de pornografía infantil, incesto y zoofilia, además de conversaciones comprometedoras.

La acusación no solo recae sobre Germán Kiczka, sino también sobre su hermano Sebastián Kiczka. Hace dos semanas, el diputado Kiczka había solicitado formalmente a la Cámara de Representantes de Misiones que acepte su renuncia. En su pedido, dirigido al presidente de la Legislatura, Oscar Herrera Ahuad, Kiczka argumentó que su decisión se debía a “la necesidad de abocarme por completo a mi defensa en la causa penal de público conocimiento en la que estoy siendo investigado”. Añadió: "En este contexto, lo más prudente es apartarme de mi función pública, renunciando a los fueros y a la investidura que el cargo conlleva con el fin de enfrentar el proceso judicial en igualdad de condiciones para demostrar mi inocencia".

En un comunicado posterior, Kiczka declaró: "Quiero dejar en claro una cosa: no tengo absolutamente nada que ver con lo que se me acusa. Todo lo que se dijo en los medios en las últimas horas es falso. La causa, iniciada en febrero de este año, implica a familiares directos míos, pero no a mí". Este comunicado sugiere que podría estar intentando desvincularse de su hermano, aunque las pruebas recopiladas parecen contradecir esta afirmación.

Las conversaciones que complicaron a Kizcka 

Las pruebas en poder de la justicia incluyen chats incriminatorios de Sebastián Kiczka. En una de estas conversaciones, supuestamente con una menor de edad, Sebastián escribió: “Yo me bajé una app para ver nenitas...12 años...”. La otra persona respondió: “Vos me pasaste uno una vez y tenía como 7″. Sebastián continuó: “Quiero la de 14... No sé cómo, pero siempre zafó”. En otra charla, afirmó haber mantenido relaciones con menores.

En una conversación separada, Sebastián comentó a otra menor: “ESTOY CON MI VECINITA. La voy a esperar 3 años más máximo”. La interlocutora le advirtió: “Pero calmate, Sebastián, tiene como cinco años la nena”. A lo que él respondió: “Bueno, la voy a esperar 5 años... Ay Dios, me tengo que sacar esa adicción a las menores”.

El diputado provincial Cristian Castro expresó su indignación: “Es un caso que indigna y causa estupor, es tremendo y un aberrante delito”. Tras revisar junto con otros diputados el material probatorio que tiene la Justicia, Castro reconoció: “Yo era uno de los que dudaba de que podía ser verdad”. Sin embargo, afirmó que los chats de WhatsApp y el material encontrado en la computadora personal de Germán Kiczka son “tremendos, lapidarios... es una cuestión aberrante, no salgo del estupor… Muchos me consultan por qué se demoró tanto, por qué se le permitió que se escape o evada a la Justicia, y la verdad es que todo es cuestión de procedimientos jurídicos que hay que cumplir”.

Hace dos semanas, durante un allanamiento, Germán Kiczka se defendió en una entrevista televisiva diciendo: “Yo soy gente de bien, soy transparente, no tengo nada que esconder… en el marco de esta investigación, el juez decide que debe hacerme un allanamiento también para revisar en mi casa lo que yo pueda tener ahí. Se acercaron cinco meses después de haber hecho el primer allanamiento en la casa de mi familia. Jamás me respaldé en los fueros, ni mucho menos. Inmediatamente, me puse a disposición. Considero que es sumamente importante colaborar con la investigación y que se llegue a la verdad absoluta de todo esto y yo soy el que más me urge”.

Sin embargo, las pericias realizadas a los dispositivos secuestrados resultaron perjudiciales para Kiczka, incluyendo imágenes perturbadoras y chats comprometedores con su hermano que los implicarían en delitos de abuso de menores.

A pesar de su intento de defensa, el diputado tiene una orden de captura internacional y ha alegado que es víctima de una persecución política: “No tengo nada que ocultar. Me preocupa que haya una cizaña ahí, que me quieran relacionar con elementos electrónicos, que yo no tengo nada que ver... Me están acusando de un crimen aberrante. Yo soy opositor. No es la primera vez que se me ataca”. Sin embargo, en lugar de enfrentar las acusaciones, decidió huir.