Economista liberal comparó a Argentina con Nigeria: "Allá la gente muere de hambre y no hay programas de contención"
Agustín Monteverde destacó que el ajuste económico lo están pagando principalmente los jubilados, mientras que los trabajadores activos deberían hacer un esfuerzo mayor, aunque culpó a ATE y UPCN por no permitirlo.
En una reciente entrevista, Agustín Monteverde, economista liberal y consejero académico de la Fundación Libertad y Progreso, abordó diversas temáticas relacionadas con la economía argentina, enfatizando en los efectos del ajuste económico actual y las responsabilidades compartidas.
Monteverde destacó los logros alcanzados hasta el momento, pero remarcó que "todavía hay mucho trabajo por delante, porque la cantidad de bombas nucleares heredadas son diversas y mayúsculas". Resaltó la reducción de los pasivos remunerados a un tercio de lo que eran en diciembre, aunque persisten otros problemas significativos como las opciones de venta de bonos otorgadas a los bancos por la administración anterior.
En relación con la inflación, Monteverde fue enfático: "No hay precedentes en el mundo de semejante contracción de la inflación". Sin embargo, reconoció que los jubilados fueron particularmente afectados, señalando que "el mes pasado, en mayo, los jubilados cobraron un 16% menos en términos reales en comparación a un año atrás".
En diálogo con Código Baires, Monteverde reconoció que el ajuste afecta a todos, pero lamentó la resistencia de algunos sectores, particularmente los trabajadores del sector público: "Hoy los trabajadores tienen la misma pérdida que los jubilados, y hay gran parte de la culpa de ATE y UPCN, que no están dispuestos a perder más". Según el economista, la movilización y capacidad de estos gremios para paralizar el aparato estatal impide que se realicen ajustes más significativos en sus ingresos, lo que resulta en una distribución del impacto del ajuste entre todos los sectores.
Por otro lado, Monteverde explicó que las transferencias discrecionales a las provincias se redujeron en más de un 70% en términos reales, y el déficit operativo de las empresas estatales también cayó casi un 70% real, calificando estas reducciones como "cirugía mayor, serrucho, motosierra o como les guste llamarlo".
Al ser consultado sobre posibles alternativas para evitar que los jubilados sean los más afectados, Monteverde afirmó: "Hay cosas más importantes para recortar que los jubilados y así evitarles la sangría", pero resaltó que "ya se ha llegado a muchos límites".
Respecto al control de la inflación, Monteverde diferenció entre la inflación actual y la postergada: "Todo lo que es el ajuste tarifario en realidad no es inflación actual, es inflación antigua que fue postergada". Explicó que la estrategia de fraccionar los aumentos tarifarios busca evitar un impacto abrupto, asegurando que una vez recuperados los precios relativos, los aumentos serán acordes a la inflación.
Finalmente, Monteverde fue contundente al abordar la falta de recursos para programas de contención social: "Hoy no hay plata, estaría buenísimo dar programas de contención pero la plata no está" e hizo una comparación un tanto insólita al afirmar "en Nigeria la gente también muere de hambre y no hay programas de contención".
Asimismo, resaltó que la solución pasa por "inversión, trabajo, esfuerzo" y criticó el uso del Estado como mecanismo para distribuir recursos: "El problema es que utilizan al Estado como un mecanismo para repartir cosas de otros, cuando el Estado no es una fábrica de plata".
En toda su disertación, Monteverde no mencionó en ningún momento el aporte que deberían realizar los grandes capitales, las empresas, o los bancos en relación al ajuste, salvo cuando se refirió brevemente a los pasivos remunerados.