Inflación y desempleo: El costo social de las decisiones económicas del Gobierno
Gerardo De Santis analizó las consecuencias del actual modelo económico argentino, destacando las preocupaciones sobre la dirección hacia un perfil primario-financiero y los impactos sociales de las decisiones de política económica.
En una reciente entrevista con el economista Gerardo De Santis, se abordaron temas cruciales sobre la dirección económica del país y sus implicaciones a largo plazo. De Santis señaló que "uno puede intuir el rumbo económico que se está tomando a partir de algunas acciones que el propio Gobierno ha hecho o de las propias declaraciones que los funcionarios del Gobierno han realizado".
El economista destacó que tanto la Ley Bases como Mega DNU del Gobierno, reflejan un claro giro hacia un proyecto económico liberal, centrado en las actividades primarias como "energía, gas, petróleo, minería, pesca, agropecuario", mientras que "no hay mucho lugar para la industria ni para todo lo que es producción para el mercado interno". En sus palabras, "es un proyecto productivo en donde se va a sustentar en las actividades primarias".
En diálogo con Código Baires, De Santis también expresó su preocupación sobre el impacto de este modelo en la industria nacional, afirmando que "hubo durante bastante tiempo un modelo productivo donde había todo un sector industrial que producía para el mercado interno". Según él, "destruirla tiene un costo muy importante desde el punto de vista social porque la capacidad de generación de empleo disminuye". En contraste, abogó por modernizar la industria para hacerla competitiva globalmente.
El economista situó esta política económica en un contexto histórico amplio, comparándola con períodos anteriores del país: "Estamos ante una nueva vuelta de tuerca de ese perfil productivo para el país, que ya estuvo en el 76, después con Menem-De la Rua, con Macri y ahora lo tendríamos con Milei". Destacó que, a diferencia de otros proyectos neoliberales, "tenemos un Presidente que dice que está adentro del Estado para destruirlo", lo cual genera incertidumbre sobre el futuro del sistema educativo y otros sectores.
En cuanto a las políticas de corto plazo, De Santis criticó el enfoque del Gobierno actual en la inflación, señalando que "cuando la gente no tenga más plata para comprar, la inflación va a bajar". Sin embargo, advirtió que este ajuste ha tenido un alto costo social, con un aumento significativo en la tasa de desocupación y un incremento en la cantidad de pobres.
El economista también cuestionó las expectativas sobre las inversiones en el sector primario, resaltando que "son inversiones que no tienen encadenamientos productivos y por ende no generarán empleos". Además, mencionó las ventajas impositivas para las inversiones extranjeras, lo que plantea la interrogante de quién financiará estas políticas.
En conclusión, De Santis resaltó que "el país está quebrado" y enfrenta desafíos significativos para atraer inversiones bajo las actuales condiciones económicas. Advirtió que mientras persista la incertidumbre sobre el valor del dólar y el control de cambios, será difícil lograr una reactivación económica sostenible a corto plazo.