La Iglesia criticó duramente a Milei durante el tedeum
Durante la tradicional ceremonia religiosa, el arzobispo Cuerva apuntó contra "aquellos que tienen la panza llena y viven abstraídos de la realidad”. Frente al Presidente y sus ministros, criticó los aumentos de sueldos de funcionarios, pidió eliminar la doble vara y llamó a la alianza social.

En el marco de la conmemoración a la Revolución de Mayo, este sábado Javier Milei y varios funcionarios de su gestión fueron parte del tradicional Tedeum en la Catedral Metropolitana. El arzobispo Jorge García Cuerva fue el encargado de dirigir la ceremonia y, durante su discurso, realizó fuertes críticas al Gobierno.
Señaló la difícil situación económica y social que atraviesa el país, en que "nuestra gente está haciendo un esfuerzo muy grande y no podemos hacernos los tontos". Destacó la necesidad de "acompañar con hechos y no solo con palabras" y afirmó que "siguen doliendo algunas acciones de la dirigencia divorciadas de la ciudadanía de a pie, como los tan comentados autoaumentos de sueldos de algunas semanas atrás".
García Cuerva también exigió "tomarse en serio las parálisis del pueblo" y no postergarla "en nombre de un futuro prometedor". Sugirió que la falta de respuestas inmediatas "generarían consecuencias nefastas e irreversibles en la vida de las personas y, por lo tanto, de toda la sociedad, un precio muy alto a pagar que no nos podemos permitir: la malnutrición en la primera infancia, la falta de escolarización y accesibilidad a los servicios de salud, los ancianos y jubilados incapaces de sostenerse diariamente con un mínimo de dignidad, son algunos de esos ejemplos impostergables".
Frente al Presidente y los miembros del gabinete, el arzobispo se refirió a la "doble vara" que a veces lleva a “defender lo indefendible” y remarcó que "no es lo mismo unirse que confabular; no es lo mismo fraternizar y forjar la cultura del acuerdo que ser cómplice del mal con el sólo ánimo de destruir al otro, de pensar estrategias para que al otro le vaya mal, creyendo que cuanto peor, mejor".
Al finalizar la misa, el arzobispo invitó a crear en la Argentina "una alianza social para la esperanza, que sea inclusiva y no ideológica". Declaró que hasta el próximo 25 de Mayo "queremos comprometernos delante de Dios a generar todas las acciones de gobierno y políticas públicas necesarias para que la acción de gracias de hoy no quede encerrada en la catedral y congelada en este día, sino que continúe en las calles y en la vida de todos los argentinos que se descubren sanados en su dignidad, dignificados en su trabajo, esperanzados en el futuro de sus hijos y nietos, hermanados en la tan ansiada unidad nacional, reconstruyendo la Patria".