Terapistas Ocupacionales buscan jerarquizar la profesión
En diálogo con Código Baires, Claudia Spidalierie, titular del recién establecido Colegio de Terapistas Ocupacionales de la Provincia de Buenos Aires, reveló la trayectoria y el impacto de esta institución en el ámbito de la salud, destacando su rápido crecimiento y su compromiso con la mejora de la calidad de vida de la población.

En una reciente entrevista con Código Baires, Claudia Spidalieri, titular del recién formado Colegio de Terapistas Ocupacionales de la Provincia de Buenos Aires, reveló detalles cruciales sobre esta nueva institución y su impacto en el ámbito de la salud en la región.
La conversación comenzó con una reflexión sobre la historia y la naturaleza de esta disciplina. Spidalieri destacó: "Nuestra disciplina es relativamente muy joven porque en nuestro país tiene un poco más de 60 años y originariamente se nos conoció y empezó a plantearse en nuestro país a partir de las secuelas que dejó la gran epidemia de poliomielitis en los años 50', y ahí es donde aparecieron los primeros terapistas ocupacionales". Esta breve contextualización resalta la importancia histórica de la profesión en el contexto de la salud en Argentina.
Cuando se le preguntó sobre la función del terapista ocuopacui, Spidalieri explicó: "Si bien nuestra disciplina se conoció a partir de cuestiones de salud y con intervenciones con discapacidades y también con la salud mental, si yo la tengo definir es una disciplina, es una profesión de grado universitario que lo que busca es generar mejorar y beneficiar la calidad de vida de las personas, llámese de manera individual o de manera colectiva, a través de las ocupaciones". Esta definición pone de relieve el enfoque integral y centrado en el individuo que caracteriza a esta profesión.

Una de las revelaciones más destacadas durante la entrevista fue el proceso de formalización del Colegio de Terapistas Ocupacionales. Spidalieri compartió: "La ley 15.200 que es la de ejercicio profesional y la que crea el colegio en el ámbito del territorio de la Provincia de Buenos Aires, si bien fue el último colegio que se puso en funcionamiento en este siglo, iniciamos nuestras acciones antes del año 1990 con un proyecto de ley en simultáneo a otros colegios profesionales y siempre quedó en algún cajón de la legislatura porque no se entendía bien lo que hacía la profesión". Sin embargo, la pandemia marcó un punto de inflexión, lo que finalmente condujo a la aprobación y establecimiento del Colegio en el 2020.
En cuanto al impacto inicial del Colegio, Spidalieri destacó: "Hoy estamos en más de 800 matriculados, en solo estos tres meses". Este rápido crecimiento refleja el reconocimiento y la demanda de la profesión en la provincia. Sin embargo, también señaló desafíos logísticos: "Obviamente en el proceso de matriculación se nos está haciendo un cuello de botella porque estamos recibiendo más de 50 solicitudes de profesionales por día".
Otro aspecto importante abordado en la entrevista fue la relación del Colegio con otras instituciones de salud. Spidalieri afirmó: "El primer contacto pleno ha sido con el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, con quien teníamos contacto hace rato y con quien hemos trabajado muy codo a codo". Esta colaboración resalta la integración del Colegio en el sistema de salud existente.
Por último, Spidalieri mencionó los desafíos futuros, incluida la coordinación con otras instituciones educativas y profesionales. "Ahora se ha incorporado la terapia profesional en el artículo 43 de la ley de educación superior y se está trabajando para todo lo que hace a las currículas de las distintas universidades", comentó. Además, expresó su compromiso de establecer relaciones constructivas con otros colegios profesionales, aunque reconoció la posibilidad de tensiones potenciales, especialmente con el Colegio de Psicólogos.