Política
¿Síndrome de Estocolmo?

Insólito documento de la UCR: Pide "el cese de las agresiones" pero garantiza el apoyo a Milei 

El partido que preside Martín Lousteau asegura que defiende el federalismo, la obra pública, la producción y el trabajo, aunque en el Congreso fue clave para la aprobación de una Ley que va en contra de todos esos principios

Maximiliano Pérez
06/02/2024
Insólito documento de la UCR: Pide ”el cese de las agresiones” pero garantiza el apoyo a Milei 

El Comité Nacional de la Unión Cívica Radical emitió un comunicado en el que reclama al gobierno de Javier Milei el "cese de las agresiones" para que los debates legislativos se desarrollen dentro de la "normalidad institucional", aunque garantizándole el apoyo para avanzar con la Ley Ómnibus que este martes comenzará a ser tratada en particular.

"La UCR siempre estará alejada de la construcción populista, tenga el ropaje ideológico que tenga, porque creemos que el populismo es un camino que llevó a la Argentina a tres décadas de retrocesos y de profundización de la desigualdad", dice el comunicado del partido que preside el senador Martín Lousteau.

 

Inmediatamente aclara que el partido centenario "forma parte de la oposición a este gobierno porque tiene diferencias en la concepción de país y en cómo enfrentar la pesada herencia que dejó el kirchnerismo", una posición difícil de entender si se tiene en cuenta que la fórmula presidencial completa con la que compitió la UCR a través de Juntos por el Cambio hoy está integrada en el gabinete de Milei, con Patricia Bullrich como ministra de Seguridad y Luis Petri como titular de la cartera de Defensa.

Sobre el debate de la Ley, el mensaje indica que "hemos logrado modificar cuestiones centrales en la propuesta del gobierno nacional: frenamos un nuevo ajuste a los jubilados, limitamos la delegación de facultades pedida por el Presidente, bregamos por la educación y la cultura y, con una visión federal, nos encolumnamos para defender la gestión de nuestros gobernadores e intendentes, todos ellos, líderes acostumbrados a recibir gestiones deficitarias y a equilibrar sus presupuestos sin perder una mirada social del rol que debe tener el Estado".

El bloque radical fue fundamental para que el oficialismo lograra primero el quórum y luego el número necesario para aprobar el proyecto en general, pero fue evidente durante el debate que el titular de la bancada, Rodrigo De Loredo, debió esforzarse para justificar el apoyo a pesar de los ataques sistemáticos de Milei al radicalismo y sus principales figuras, además de calificar de "coimeros" a todos los legisladores que pusieron alguna objeción al texto original de la norma.

Pero lo más llamativo es el cierre del comunicado, ya que el Comité Nacional se manifiesta a favor de "una modernización del Estado para fortalecerlo y ponerlo al servicio de la producción nacional y del trabajo productivo, poniendo el foco en la defensa de los principios federales, como la coparticipación; en el gasto social; en el desarrollo de obras públicas que nuestros pueblos necesitan; en el apoyo a las economías regionales, emprendedores y pymes; el fortalecimiento de la producción y la defensa del campo para buscar un desarrollo sustentable con valor agregado".

Cada uno de los elementos enumerados se encuentra en las antípodas del pensamiento de la actual gestión, primero porque propone un claro achicamiento del Estado, no su fortalecimiento, segundo porque Milei tampoco está en busca de una mayor industrialización de la Argentina, sino todo lo contrario, ya que sus primeras medidas económicas tienden a la primarización de la producción aumentando la presión impositiva para los sectores que agregan valor y aliviando la carga para los que solo exportan materias primas.

También el radicalismo habla de la defensa del federalismo, en un escenario en el que el Presidente amenazó con "asfixiar" a los gobernadores, cortarles la coparticipación y ya retiró toda la obra pública nacional, otro de los puntos que en el comunicado se destacan como necesarios.

En el último párrafo, el mensaje radical se compromete "a aportar desde la experiencia de nuestros intendentes, gobernadores, legisladores", en lo que parece un flagrante contrasentido entre lo que propone el gobierno nacional y lo que postula ese partido como deseable en el párrafo anterior del documento. Es posible entonces que la UCR se esté preparando para repetir el rol que tuvo durante el macrismo, acompañando con pasividad cada decisión del presidente, aunque esta vez desde una posición legislativamente ajena al oficialismo.

Una historia de agresiones

Mucho antes de entrar el campaña, Milei ya evidenciaba una claro desprecio hacia el radicalismo e incluso en una entrevista aseguró que le había puesto a un muñeco de entrenamiento de boxeo "una foto de Alfonsín, el fracasado hiperinflacionario de Chascomús y lo cagaba a palos".

Ya en camino a la presidencia no ahorró críticas contra los boinas blancas a los que llamó "tibios" e "inútiles" y calificó como "zurdos de mierda" en mas de una oportunidad y en un segmento mas ideológico de las críticas afirmó que "Los fascistas  decían: dentro del Estado todo, fuera del Estado nada y nadie contra el Estado. Esa posición se parece más a la de UCR línea Yrigoyen–Alfonsín”, volviendo a cargar contra las principales figuras del partido.

Después de la primera vuelta electoral, cuando Sergio Massa resultó el mas votad y Bullrich quedó en tercer lugar, Milei también apunto contra los radicales a los que llamo "traidores" por no haber sostenido a sus propia candidata.

En definitiva, el radicalismo o mejor dicho los dirigentes radicales, parecen sufrir una versión politica del Síndrome de Estocolmo, ese fenómeno conductual que explica como el secuestrado puede desarrollar vinculos emocionales positivos con sus secuestradores e interpretar pequeños gestos como muestras de afecto y reconocimiento para reforzar ese vínculo.

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#UCR#Lousteau#Milei#Ley Ómnibus
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