Murió Henry Kissinger, responsable de las dictaduras de los 70 en latinoamérica
El Secretario de Estado estadounidense durante los años 70, ideólogo de las dictaduras en América Latina en aquella época, murió a los 100 años.
La política exterior estadounidense durante la Guerra Fría y, sobre todo, en los díficiles años 70 para el bloque occidental, dado a los resabios post Vietnam, la crisis del petróleo y los escándalos políticos como el de Watergate, tuvo su sello característico y un personaje principal: Henry Alfred Kissinger, quien falleció hoy a sus 100 años en Kent, Connecticut, Estados Unidos.
Asesor de Seguridad Nacional y Secretario de Estado durante los gobierno de Richard Nixon y Gerald Ford, de 1973 a 1977, el diplomático nacido en Alemania en 1923, fue el artífice del Plan Cóndor, un despliegue de dictaduras en latinoamérica para frenar el avance de los grupos armados socialistas en occidente.
Además, desempeñó un papel central en las negociaciones para poner fin a la Guerra de Vietnam, siendo galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1973 junto con Le Duc Tho, el negociador vietnamita del Norte, y fue clave en la mejora de las relaciones entre Estados Unidos y la República Popular China durante la década de 1970. Su viaje secreto a China en 1971 allanó el camino para la histórica visita del presidente Nixon en 1972.
El Plan Cóndor
Tras el éxito de la Revolución Cubana en 1959, grupos de izquierda, sobre todo en Sudamérica, se vieron animados a repterir la gesta en sus respectivos países, buscando así y el derrocamiento de gobiernos conservadores o dictaduras militares, y levantar un gobierno socialista.
Esto, en plena Guerra Fría, encendió las alarmas en la Casa Blanca, donde no atravesaban un buen momento en relación a representación: La guerra de Vietnam era cada vez menos aceptada por el pueblo, la propaganda nacionalista no daba sus frutos y cada vez era más difícil sostener el conflicto en el sudeste asiático.
Para los años 70 la situación sólo empeoró en Estados Unidos. La derrota en Vietnam, la crisis del petróleo, la renuncia de Nixon por el escándalo de Watergate y a eso, se le sumaba la cada vez más clara avanzada soviética sobre el eje occidental en latinoamérica.
Es entonces cuando el hoy difunto y por ese entonces Secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, ideó el plan que marcaría la época más oscura de la región latinoamericana en los últimos años: El Plan Cóndor, un acuerdo sistemático para instaurar dictaduras cívico militares en América Latina.
El Plan Cóndor fue una operación encubierta y una red de colaboración entre varias dictaduras militares en América Latina durante la década de 1970. Fue diseñado para coordinar acciones represivas y de inteligencia entre los regímenes autoritarios de la región con el objetivo de eliminar o neutralizar a opositores políticos, tanto reales como percibidos, que eran considerados una amenaza para esos regímenes.
Estados Unidos proporcionó inspiración, asistencia técnica y financiamiento a la represión salvaje con que el imperialismo implantó por la fuerza una ideología común: la Doctrina de la Seguridad Nacional, de la defensa a ultranza de la civilización occidental y cristiana. El plan de exterminio se llamó “Cóndor” y consistió en la aniquilación de la oposición política y la protesta social.
Kissinger habría trabajado en común con varios servicios de inteligencia y de grupos paramilitares que secuestraron y asesinaron a miles de militantes y simpatizantes de izquierda en Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Brasil, durantes las dictaduras que su propio gobierno financió. En Argentina, la dictadura que empezó con un golpe de Estado al mando de Jorge Rafael Videla el 24 de marzo de 1976, se extendió hasta 1983.
Figura central durante la Guerra Fría, Henry Kissinger, quien falleció hoy a sus 100 años, se conviritió en uno de los políticos más aclamados por el pueblo estadounidense por su "lucha" contra el comunismo, que incluso lo llevó a obtener un premio Nobel de la Paz, por sus negociaciones "pacíficas". Asímismo, es y siempre será recordado en latinoamérica como el artífice del horror, responsable directo o indirecto de las dictaduras que dejaron heridas que algunas, al día de hoy, siguen abiertas.
