Mar del Plata: las playas se convirtieron en un "Festival" de COVID

La ciudad de Mar del Plata se convirtió en las últimas horas en noticia por el boom turístico de la temporada, pero también por el colapso de las postas de testeo que instaló el gobierno provincial para intentar mantener a raya los contagios, identificando rápidamente los nuevos casos de COVID-19.

Pero somo si se tratara de una postal de otra época, a pocos metros de los centros sanitarios en los que los empleados admiten que "no nos dan las manos" por la alta demanda de pruebas diagnósticas, se registran imágenes de multitudes en las denominadas "after" en las playa, sin barbijo ni distanciamiento social, casi como si se trataran de fiestas de contagio de coronavirus.

Las autoridades, tanto provinciales como municipales brillan por su ausencia y el descontrol se convirtió en la regla en los principales balnearios de Mar del Plata, con miles o decenas de miles de jóvenes y no tan jóvenes que día a día rompen con todos los protocolos a pesar del aumento vertiginoso de casos.

La realidad es que en las playas no hay aforo, ni límites para ninguna actividad, lo que equivale a decir que las actividades masivas están permitidas, a pesar de que debería cumplirse con los protocolos mínimos, como el distanciamiento social y eventualmente el uso de barbijo, algo que de ninguna manera se registra en medio de la muchedumbre que se amontona a partir de las 18 horas en varios puntos de la costa.

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Si existen normativas locales en Mar del Plata que prohíben la venta (y en algunas zonas incluso el consumo) de alcohol en las playas, y el uso de parlantes portátiles para escuchar música a volumen alto, sin embargo tampoco se cumplen con esas restricciones y los encuentros se desarrollan con un alto consumo de bebidas alcohólicas y decenas de dispositivos de sonido.

Finalmente hay que mencionar que ni siquiera el aumento descontrolado de casos que se registró en las últimas horas impactó en la organización de estos eventos, ni forzó a las autoridades a tomar medidas, por lo que las postales de centros de testeos colapsados van, al menos por un tiempo, a convivir con las de playas atestadas de gente sin cumplir protocolos, lo que necesariamente provocará un nuevo aumento de contagios, que otras vez hará colapsar los centros de testeo.