Nuevos usos para el Teorema de Baglini

El denominado "Teorema de Baglini" explica que hay una relación inversamente proporcional entre las posibilidad de acceder al poder de un espacio político o un candidato y sus propuestas, ideas y posicionamientos frente a los grandes temas de la agenda contemporánea y/o histórica.
El teorema fue enunciado el 7 de marzo de 1986 por el entonces diputado radical, Raúl Baglini, en el marco de una reunión de la Comsión Bicameral por la deuda externa y según el registro de sesiones sus palabras fueron:
“Considero que puede enunciarse un teorema sobre la deuda externa, tal como os enseñaban en la escuela.
En la hipótesis se describen lso elementos de la realidad que luego formaran pare del teorema. Entre estos elementos de la realidad se halla la deuda externa, que pos su significación constituye un tema de análisis diario para los argentinos. Otro elemento dentro de la hipótesis es la existencia de múltiples partidos políticos en le país; uno en el gobienro y los demás en la oposición. Con estos elementos vamos a formular la tesis.
Ella indica que la ligereza de las posturas sobre la deuda externa es inversamente proporcional a la posibilidades de acceso al gobierno de un partido político determinado. Es decir que a menor posibilidad electoral de ser gobierno, más ligereza en el planteamiento”.
Para probar su tesis, el dirigente radical realiza después un breve repaso por la posición de las distintas fuerza políticas, desde la extrema izquierda, a la que considera con chances nulas de acceder al poder y que postulan sencillamentes el no pago a los acreedores, pasando por sectores como el PI y el Partido Comunista, a los que ve con alguna cposibilidad lejana de ser gobierno, sobre todo por la actitud frentisa que mostraron en otras épocas, que postulan una moratorioa "unilateral", y finalmente los partidos tradicionales que debaten el problema desde una óptica que para Baglini parece mas racional, mas allá de que en su alocución en aquella sesión lo que buscaba era poner en evidencia que el justicialismo históricamente se había manifestado a favor del pago de la deuda.
Rápidamente el teorema cobró otro sentido cuando en la hipótesis se reemplazá a la cuestión de la deuda por cualquier otro tema de debate de la agenda política y el planteo terminó siendo que cuanto mas alejado del poder se encuentra un partido o un dirigente, más temerarias podrían ser sus posiciones ante casi cualquier tema, debido esto por supuesto a que las chances de llevar estas a la práctica son casi inexistentes, lo que convierte ese discurso en meramente testimonial.
La novedad que se advierte en el marco de la pandemia de coronavirus y las medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, es que ahora el Teorema de Baglini, ya no solo sirve para explicar los postulados generales de los diferentes espacios políticos en relación a su posiblidad de acceso al poder, sino que además permiten entender las diferencias internas dentro de una misma alianza electoral, según la posición que ocupen sus dirigentes sea en el ámbito ejecutivo, en el legislativo o simplemente desde el llano.
Este nuevo uso de la herramienta de análisis que nos legó el diputado radical puede comprobarse en las enormes diferencias que se registran casi exclusivamente dentro del espacio político de Juntos por el Cambio, ya que los gobernadores e intendentes de esa fuerza se han mostrado desde le inicio de la cuarentena alineados de forma mas que firme con las decisiones del gobierno de Alberto Fernández y en más de una oportunidad se manifestaron de acuerdo a una conducción nacional, aún advirtiendo sobre la dificultades económicas que la extensión de las medidas tiene como consecuencias en varios distritos.
Sin embargo los bloques legislativos de Juntos por el Cambio en el Congreso Nacional, la Legislatura y sobre todo en los Concejos Deliberantes, se han convertido en la punta de lanza de la crítica de la oposición, casi entrando en colisión con los postulados que sostienen y defienden los titulares de los ejecutivos de su propio espacio. El fenómeno bien podría formar parte de una estrategia “dual” de comunicación política del frente electoral que gobernó hasta diciembre de 2015, sin embargo los discursos se evidencias desconectados y muchas veces directamente contradictorios, con intendentes reclamando recursos para mantener la cuarentena y diputados y senadores exigiendo la reapertura de la actividad económica y en los casos ms extremos el levantamiento de la cuarentena, acompañado a veces de cierto recelo a la hora de autorizar nuevas erogaciones de parte del Estado para sostener el aislamiento en algunos distritos.
No se trata de la inexistencia de críticas por parte de la oposición que gobierna, sino del grado de moderación de aquellos que tienen la responsabilidad de gobernar, y la “ligereza” de aquellos que desde el rol legislativo no deben lidiar con el problema de manera cotidiana y pueden entonces ser mas temerarios en sus posturas. El fenómeno por supuesto que no es nuevo, pero quizá nunca antes en la historia reciente de la Argentina fue tan marcado y se explica con los mismos elementos que enunció Baglini. Las posiciones de la dirigencia, en este caso dentro de un mismo espacio político, varían en el mismo sentido y son mas ligeras o temerarias en aquellos que no tiene responsabilidad directa con el gobierno en ninguno de los niveles del Estado, mientras que los que gobiernan tienen una mirada que el diputado radical hubiera considerado mas “racional” ante el problema.